Una mirada común: La vida sin ella(s)

           Hoy se cumplen dos años de una desaparición enigmática, que ocupó muchos minutos y páginas de distintos medios. Erica Soriano, una joven argentina, a la que "se la tragó la tierra". En el medio, acusaciones hacia su ex pareja. Posibles evidencias de violencia doméstica, resultados de estudios psicológicos que describen una personalidad enferma por parte de su pareja. Signos extraños en el domicilio. 24 meses después, la familia no se resigna a pensar en nada.

             Una nota de Pagina/12 es lo primero que veo al abrir la red social. Las estadísticas, fríos números que muestran "lo que pasa" en nuestro país, cuenta que hasta la fecha se cometieron 119 femicidios. 119 mujeres que han muerto como consecuencia de una relación tormentosa con sus parejas actuales o anteriores. Y la nota hace referencia a otro dato: 161 criaturas se han quedado sin su madre.

              La triste realidad es que han perdido mucho más, ya que a la tragedia vivida, también queda la pérdida con el lazo paterno, el miedo hacia la violencia generada por éste, la propia violencia recibida. La ausencia de un sistema que contenga a estas familias, que deja a muchas mujeres a la deriva, por más órdenes de restricciones que se impongan ya que no son respetadas, debería poner a todos los funcionarios responsables del área en un serio planteo sobre cómo sigue esto. Porque, evidentemente, ASI no puede continuar.

                La casa del encuentro es una ONG dedicada a rastrear a través de distintos medios nacionales, los casos de femicidios. en el año 2008, 207 mujeres perdieron la vida. En 2009, fueron 231. En el año 2010, la suma ascendio a 260...sin contar los casos de femicidios "vinculados", es decir, la muerte de personas vinculadas a la víctima y que son asesinadas por intentar defenderla o como forma para castigar o destruir psiquicamente a la mujer a la que el ataque va dirigido. En 2011, también habrían sido cerca de 260 mujeres las víctimas de este método aberrante ( no encuentro el enlace, sin embargo es el número que da la nota de Página/12). Si así fuera, en el término de cuatro años y hasta la fecha, han muerto 1067 mujeres.

              MIL SESENTA Y SIETE personas a las que no se les dio ningún tipo de protección. Tal vez, en algunos casos, por miedo, no se realizaron las denuncias correspondientes. Pero luego de enterarme esta semana por los medios que una mujer debió filmar la violencia a la que era sometida por su ex pareja y luego de realizar 15 denuncias, obtener una orden de restricción por 90 días. O que otra mujer realizara 80 denuncias y sólo se detuvo al agresor cuando intentó asesinarla a la vista de todos y en la puerta del colegio a donde asistían sus hijos oculto tras un disfraz, me hace meditaro sobre cuál es el objeto de la oficina de violencia doméstica que se instaló hace unos años. Si el 0-800-222-3425 cumple realmente una función, o es sólo un adorno para hacernos creer a la sociedad que "algo cambió" y en realidad todo sigue igual....

             Que una agrupación saque a pasear a los asesinos, violadores, golpeadores, mientras ella(s) no reciben la justicia merecida, me suena a burla. A que en realidad ella(s), como dijo alguien muy siniestro hace muchos años, "no están, desaparecieron", y que sólo se tiene en cuenta al que hoy posee derechos civiles y puede votar, o reconstruir su vida, sin tener ni la más mínima consideración hacia esas 1067 mujeres que perdieron la vida, hacia esos más de mil chicos que vieron a su familia destruída, hacia esos más de 2.000 padres que un buen día recibieron un cuerpo sin vida con el nombre de sus hijas.

          Quien haya perdido a un ser querido, sabe perfectamente qué se siente que haya una silla vacía en las reuniones familiares, en los cumpleaños. Más cuando esa silla fue desocupada en forma violenta y brutal. Más cuando unos ojitos tristes preguntan por esa ausencia y la respuesta que recibe proviene de otros ojos, tan tristes como los suyos, en silencio.