2013, elecciones legislativas. Pero la campaña está concentrada dos años más al futuro, en las presidenciales de 2015, porque otra vez más, todos quieren un pedazo de esta torta que cada vez tiene menos migajas.
Y lo peor de todo es que cada candidato volverá a hablar de lo que NO hizo quien hoy gobierna, lo mal que se hicieron las cosas en las gestiones anteriores, pero sin decir concretamente CÓMO solucionarán los problemas que nos aquejan.
Sobre todo cómo controlarán la inseguridad, si el poder ejecutivo no tiene injerencia sobre el judicial, ya que este debe trabajar con independencia (y recordemos que los jueces y fiscales no se votan ni cambian cada cuatro años). Quien quiera gobernarnos deberá decirnos de qué forma piensa hacer para que un juez garantista cambie su forma de librar fallos o dar beneficios a delincuentes reincidentes y con frondosos prontuarios.
Escuchar atentamente qué nos dicen tiene que ver con la decisión que tomemos más adelante. Porque si repiten como loritos lo mismo que dijeron en las últimas elecciones, no nos sirven. Y si comprobamos que todos dicen exactamente lo mismo (quizás con diferentes palabras) tampoco.
Hace unos años, por un trabajo que quise hacer para la facultad, grabé todas las campañas publicitarias de los candidatos y las comparé. Ahí me dí cuenta de que las promesas, proyectos y demás...coincidían!!
Si bien los problemas que afectan a la ciudad no cambian porque asuma uno u otro, deberían asesorarse para cambiar los discursos y ver la forma de "diferenciarse" de los otros candidatos.
Tenemos que aprender a ver qué dicen nuestros candidatos, cómo lo dicen, qué hacen cuando hablan, y cómo es su forma de vida, para luego elegir a quien nos va a representar en los distintos espacios de poder, y que cumplan con lo que prometieron. Tenemos que aprender a escuchar, cuando detectan un problema y exigirles cuál va a ser la solución concreta. Todos sabemos que la inseguridad es un problema cotidiano...que nos digan, concretamente, cuál es el proyecto que tienen para resolverla, y en qué plazo lo harán. Exigirles declaraciones concretas y no palabras que se las lleva el viento a un lugar muy lejano, del que sólo los archivos periodísticos las podrán rescatar.
Y lo peor de todo es que cada candidato volverá a hablar de lo que NO hizo quien hoy gobierna, lo mal que se hicieron las cosas en las gestiones anteriores, pero sin decir concretamente CÓMO solucionarán los problemas que nos aquejan.
Sobre todo cómo controlarán la inseguridad, si el poder ejecutivo no tiene injerencia sobre el judicial, ya que este debe trabajar con independencia (y recordemos que los jueces y fiscales no se votan ni cambian cada cuatro años). Quien quiera gobernarnos deberá decirnos de qué forma piensa hacer para que un juez garantista cambie su forma de librar fallos o dar beneficios a delincuentes reincidentes y con frondosos prontuarios.
Escuchar atentamente qué nos dicen tiene que ver con la decisión que tomemos más adelante. Porque si repiten como loritos lo mismo que dijeron en las últimas elecciones, no nos sirven. Y si comprobamos que todos dicen exactamente lo mismo (quizás con diferentes palabras) tampoco.
Hace unos años, por un trabajo que quise hacer para la facultad, grabé todas las campañas publicitarias de los candidatos y las comparé. Ahí me dí cuenta de que las promesas, proyectos y demás...coincidían!!
Si bien los problemas que afectan a la ciudad no cambian porque asuma uno u otro, deberían asesorarse para cambiar los discursos y ver la forma de "diferenciarse" de los otros candidatos.
Tenemos que aprender a ver qué dicen nuestros candidatos, cómo lo dicen, qué hacen cuando hablan, y cómo es su forma de vida, para luego elegir a quien nos va a representar en los distintos espacios de poder, y que cumplan con lo que prometieron. Tenemos que aprender a escuchar, cuando detectan un problema y exigirles cuál va a ser la solución concreta. Todos sabemos que la inseguridad es un problema cotidiano...que nos digan, concretamente, cuál es el proyecto que tienen para resolverla, y en qué plazo lo harán. Exigirles declaraciones concretas y no palabras que se las lleva el viento a un lugar muy lejano, del que sólo los archivos periodísticos las podrán rescatar.
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