(imagen tomada de la web)
No es fácil. Nadie dijo que lo fuera, "vivir es lo más peligroso que tiene la vida", frase de la canción "No es lo mismo", de Alejandro Sanz, que vengo escuchando hace un par de días y que cada día me impacta más. Vivir es jugarse a perder todo, hasta la propia vida, en pos de lograr la felicidad.
La vida nos atraviesa a cada instante. Nos duelen las injusticias, las derrotas, los chicos de la calle, las mujeres golpeadas, las criaturas raptadas. Nos lastiman los desaparecidos que nadie parece buscar, los procesos largos sin respuestas en donde se comenten más injusticias que la injusticia que generó ese proceso...Nos atraviesa profundamente cada noticia, cada lectura, cada hecho que nos sumerje en una "sensación" de lo que fuera, y que nos hermana con los abuelos quemados, con las chicas violadas, con las víctimas y los familiares de las víctimas que podríamos haber sido nosotros mismos....
Y es la misma vida que nos atraviesa cuando un bebé nace, o cuando un niño ríe y juega en una plaza, despreocupado de todos, con la confianza plena que tiene su inocencia...Nos llega a los más profundo cuando una mirada nos dice más que mil palabras, cuando un abrazo nos llega al alma, cuando una lágrima rueda en silencio por nuestras mejillas de felicidad...Nos alivia el corazón cuando vemos llegar sanos y salvos a nuestros seres amados, cuando vemos que nuestros hijos, ya crecidos, han logrado sus primeros triunfos, sus primeras satisafacciones y pensamos, erroneamente, que nuestra tarea ya está cumplida...
Es la misma vida que nos atraviesa. Mezcla de derrota y triunfo, de lucha y descanso. De tormentas y días soleados. De satisfacciones y tristezas. Es la que nos hace llega a la meta cansados, con los pies rotos, con las manos llenas de callos porque tuvimos que escalar una montaña sin ninguna clase de protección, pero quién dijo que la cima era lo importante? La clave es saber atravesar el camino, subir por nuestros propios esfuerzos, muchas veces con la creencia de que retrocedimos, sin darnos cuenta de que tomamos otro sendero que nos hizo crecer más... pero que seguimos avanzando...Lo importante es el camino que hemos recorrido y aprenderlo, disfrutarlo, sentirlo y descubrir cada día, que esta vida que nos atraviesa, es la que nos permite sentirnos vivos!
No es fácil. Nadie dijo que lo fuera, "vivir es lo más peligroso que tiene la vida", frase de la canción "No es lo mismo", de Alejandro Sanz, que vengo escuchando hace un par de días y que cada día me impacta más. Vivir es jugarse a perder todo, hasta la propia vida, en pos de lograr la felicidad.
La vida nos atraviesa a cada instante. Nos duelen las injusticias, las derrotas, los chicos de la calle, las mujeres golpeadas, las criaturas raptadas. Nos lastiman los desaparecidos que nadie parece buscar, los procesos largos sin respuestas en donde se comenten más injusticias que la injusticia que generó ese proceso...Nos atraviesa profundamente cada noticia, cada lectura, cada hecho que nos sumerje en una "sensación" de lo que fuera, y que nos hermana con los abuelos quemados, con las chicas violadas, con las víctimas y los familiares de las víctimas que podríamos haber sido nosotros mismos....
Y es la misma vida que nos atraviesa cuando un bebé nace, o cuando un niño ríe y juega en una plaza, despreocupado de todos, con la confianza plena que tiene su inocencia...Nos llega a los más profundo cuando una mirada nos dice más que mil palabras, cuando un abrazo nos llega al alma, cuando una lágrima rueda en silencio por nuestras mejillas de felicidad...Nos alivia el corazón cuando vemos llegar sanos y salvos a nuestros seres amados, cuando vemos que nuestros hijos, ya crecidos, han logrado sus primeros triunfos, sus primeras satisafacciones y pensamos, erroneamente, que nuestra tarea ya está cumplida...
Es la misma vida que nos atraviesa. Mezcla de derrota y triunfo, de lucha y descanso. De tormentas y días soleados. De satisfacciones y tristezas. Es la que nos hace llega a la meta cansados, con los pies rotos, con las manos llenas de callos porque tuvimos que escalar una montaña sin ninguna clase de protección, pero quién dijo que la cima era lo importante? La clave es saber atravesar el camino, subir por nuestros propios esfuerzos, muchas veces con la creencia de que retrocedimos, sin darnos cuenta de que tomamos otro sendero que nos hizo crecer más... pero que seguimos avanzando...Lo importante es el camino que hemos recorrido y aprenderlo, disfrutarlo, sentirlo y descubrir cada día, que esta vida que nos atraviesa, es la que nos permite sentirnos vivos!
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