A causa de un debate con el contacto de un amigo virtual, me di cuenta de que nuestros desaparecidos no son "simplemente desaparecidos" son doble y hasta triplemente desaparecidos. Desaparecen por primera vez el día que se despiden de nosotros y no vuelven más, dejándonos esa sensación de vacío y soledad en nuestras vidas, preguntándonos qué les pasó, dónde están, si se fueron por alguna razón en particular o si alguien se los llevó por la fuerza, si tuvieron algún accidente que les hiciera perder la memoria, si sufrieron heridas que los llevaron a un estado de inconsciencia tal que aún no han despertado...
La segunda "causa" de desaparición es cuando los medios comienzan a darle menor difusión al caso, cuando nuestro ser querido deja de aparecer en las pantallas de los canales, o en las páginas de los diarios, cuando "la última noticia del momento" tapa nuestra búsqueda que deja de ser la novedad del día porque la última reina del colaless invadió la pantalla o porque la pelea entre las vedettes de moda ocupa minutos riquísimos de aire (riquísimos en el sentido de lo que vale un minuto de aire en las pantallas de los canales, obvio). O cuando la última disputa entre el gobierno y el sector al que le toque el turno ocupar el rol de la "oposición gorila/golpista/destituyente" llena hojas y hojas de los medios gráficos, restando importancia a lo, precisamente y valga la redundancia, importante.
Jorge Julio López. Fue secuestrado y torturado durante la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983. Testigo en la causa que enjuiciaba a su secuestrador y torturador, "desapareció" misteriosamente una mañana en la que, justamente, debía declarar...Nunca más se supo de él.
Sofía Herrera, una chiquita de cuatro años que, hace unos cuatro años, desapareció misteriosamente de un camping al que había ido con su familia en la provincia de Tierra del Fuego. Tras su desaparición, las fronteras no se cerraron automáticamente, como habría correspondido que se hiciera y, cuatro años más tarde y gracias a un programa de televisión, nos damos cuenta de que tal vez existan más "Sofías" de las que imaginamos, porque nuestros límites son coladores internacionales que nadie controla.
Agostina Sorich, desapareció un domingo de octubre en la localidad de Villa Gesell, hace aproximadamente tres años. Salió de su casa para ir a visitar a alguien y nunca más se supo de ella. Los medios difundieron su foto unos días y luego, la "noticia del momento" hizo que no viéramos más su foto en los grandes "medios masivos"....
María Cash, tal vez la más afortunada de esta triste "selección", ya que es caso que más difusión ha tenido en los medios. Una diseñadora que viajó a una provincia, se bajó del micro porque no le gustaba algo que vio, y desde ese día, su familia que desconoce su paradero....
Fernando Lario, un arquitecto del que, luego de participar de un acto eleccionario en la facultad de Arquitectura de Mar del Plata hace casi un año, no se supo nada más, dejando a su familia con el dolor por su ausencia y con la esperanza de encontrarlo y saber qué pasó con él...Como la familia de Jorge, la de Sofía, la de Agostina, la de María...todos con esa silla vacía que nadie se atreve a decir o pensar lo peor.
Sin embargo existe otra forma de "desaparición", la tercera, que sufren estas personas, más cruel, más silenciosa y mucho más dolorosa. La desaparición que hace el de al lado, el que puede sufrir mañana esta misma pérdida e ignora cuán valiosa ayuda es hacer un "click" en el compartir de Facebook o o en "retuitear" de Twitter, ya que cuanta más gente vea estas fotos, más posibilidades de encontrarlos o de saber algo de ellos existen.
Algunas personas, tal vez decepcionadas por haber difundido búsquedas que eran falsas o muy antiguas (y no tomaron la precaución de averiguar si la persona había sido encontrada) piensan que difundir estas imágenes no vale la pena, porque ellos "se fueron o los fueron" (frase que dijo el amigo de mi contacto y que originó esta catarata de conclusiones). Si se fueron por su cuenta sin dar explicaciones, algún día aparecerán y deberán responder ante quienes los buscaron sin descanso y esperaron con tanto amor...Ahora, "si los fueron" estamos hablando de un delito grave, de secuestro de personas, y no podemos ignorar la ayuda que nos piden quienes necesitan saber qué pasó con ellos, porque mañana vos, yo, y cada uno de nosotros, podemos estar en el mismo lugar y necesitar todo el apoyo, toda la ayuda y toda la difusión que logremos para encontrarnos con ese familiar que hoy no está.
¿Nos ayudas difundiendo las fotos? Cuando estés en tu cuenta de cualquier red social y veas la foto de una persona buscada, no la ignores, chequea bien y compartila, porque es la única ayuda que tenemos, ser solidarios entre nosotros. Y, ojalá, algún día, algún gobierno, se comprometa sinceramente en la búsqueda, difusión y localización de quienes, en plena democracia, fueron secuestrados y "desaparecidos"...¿Paradójico que el gobierno actual, que tanto alarde hace de los 30.000 desaparecidos durante el proceso militar, cuyas organizaciones de Madres acompañan sus decisiones, no ayude y colabore, no?
La segunda "causa" de desaparición es cuando los medios comienzan a darle menor difusión al caso, cuando nuestro ser querido deja de aparecer en las pantallas de los canales, o en las páginas de los diarios, cuando "la última noticia del momento" tapa nuestra búsqueda que deja de ser la novedad del día porque la última reina del colaless invadió la pantalla o porque la pelea entre las vedettes de moda ocupa minutos riquísimos de aire (riquísimos en el sentido de lo que vale un minuto de aire en las pantallas de los canales, obvio). O cuando la última disputa entre el gobierno y el sector al que le toque el turno ocupar el rol de la "oposición gorila/golpista/destituyente" llena hojas y hojas de los medios gráficos, restando importancia a lo, precisamente y valga la redundancia, importante.
Jorge Julio López. Fue secuestrado y torturado durante la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983. Testigo en la causa que enjuiciaba a su secuestrador y torturador, "desapareció" misteriosamente una mañana en la que, justamente, debía declarar...Nunca más se supo de él.
Sofía Herrera, una chiquita de cuatro años que, hace unos cuatro años, desapareció misteriosamente de un camping al que había ido con su familia en la provincia de Tierra del Fuego. Tras su desaparición, las fronteras no se cerraron automáticamente, como habría correspondido que se hiciera y, cuatro años más tarde y gracias a un programa de televisión, nos damos cuenta de que tal vez existan más "Sofías" de las que imaginamos, porque nuestros límites son coladores internacionales que nadie controla.
Agostina Sorich, desapareció un domingo de octubre en la localidad de Villa Gesell, hace aproximadamente tres años. Salió de su casa para ir a visitar a alguien y nunca más se supo de ella. Los medios difundieron su foto unos días y luego, la "noticia del momento" hizo que no viéramos más su foto en los grandes "medios masivos"....
María Cash, tal vez la más afortunada de esta triste "selección", ya que es caso que más difusión ha tenido en los medios. Una diseñadora que viajó a una provincia, se bajó del micro porque no le gustaba algo que vio, y desde ese día, su familia que desconoce su paradero....
Fernando Lario, un arquitecto del que, luego de participar de un acto eleccionario en la facultad de Arquitectura de Mar del Plata hace casi un año, no se supo nada más, dejando a su familia con el dolor por su ausencia y con la esperanza de encontrarlo y saber qué pasó con él...Como la familia de Jorge, la de Sofía, la de Agostina, la de María...todos con esa silla vacía que nadie se atreve a decir o pensar lo peor.
Sin embargo existe otra forma de "desaparición", la tercera, que sufren estas personas, más cruel, más silenciosa y mucho más dolorosa. La desaparición que hace el de al lado, el que puede sufrir mañana esta misma pérdida e ignora cuán valiosa ayuda es hacer un "click" en el compartir de Facebook o o en "retuitear" de Twitter, ya que cuanta más gente vea estas fotos, más posibilidades de encontrarlos o de saber algo de ellos existen.
Algunas personas, tal vez decepcionadas por haber difundido búsquedas que eran falsas o muy antiguas (y no tomaron la precaución de averiguar si la persona había sido encontrada) piensan que difundir estas imágenes no vale la pena, porque ellos "se fueron o los fueron" (frase que dijo el amigo de mi contacto y que originó esta catarata de conclusiones). Si se fueron por su cuenta sin dar explicaciones, algún día aparecerán y deberán responder ante quienes los buscaron sin descanso y esperaron con tanto amor...Ahora, "si los fueron" estamos hablando de un delito grave, de secuestro de personas, y no podemos ignorar la ayuda que nos piden quienes necesitan saber qué pasó con ellos, porque mañana vos, yo, y cada uno de nosotros, podemos estar en el mismo lugar y necesitar todo el apoyo, toda la ayuda y toda la difusión que logremos para encontrarnos con ese familiar que hoy no está.
¿Nos ayudas difundiendo las fotos? Cuando estés en tu cuenta de cualquier red social y veas la foto de una persona buscada, no la ignores, chequea bien y compartila, porque es la única ayuda que tenemos, ser solidarios entre nosotros. Y, ojalá, algún día, algún gobierno, se comprometa sinceramente en la búsqueda, difusión y localización de quienes, en plena democracia, fueron secuestrados y "desaparecidos"...¿Paradójico que el gobierno actual, que tanto alarde hace de los 30.000 desaparecidos durante el proceso militar, cuyas organizaciones de Madres acompañan sus decisiones, no ayude y colabore, no?
tremendo volver a ver esas fotos. Encantada de participar en tu blog.
ResponderEliminarte invito a que visites el mio.
un abrazo,
connie
Gracias, Connie!! Pasaré a visitar el tuyo!! Un abrazo! Cristina
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