miércoles, 10 de julio de 2013

Cuando las paredes hablan

                                                                                                                                                                       
 
 
 

Evidentemente diez años bajo el mismo signo político hace que las paredes, los pisos, las ventanas, las puertas...nos cuenten cosas.

Nos cuentan de la decadencia que ha transcurrido sin que le pongan un peso a las infraestructuras, que se caen a pedazos, nos hablan de la falta de compromiso verdadero que nuestros políticos tienen cada vez que comienzan las clases y vemos por los medios cómo las escuelas se caen a pedazos, con los baños colapsados, sin cantidad de sanitarios suficientes para la gran cantidad de chicos que allí concurren, con sistemas eléctricos que generan un peligro para docentes y alumnos, con ausencia de sistemas de calefacción cuando comienzan los primeros fríos...

Y esto sin tener en cuenta que las clases siempre comienzan con amenazas de paros, ya que los acuerdos salariales entre los gobiernos y los docentes casi nunca llegan a un acuerdo antes de esa fecha. Pero nadie suspende las clases porque los chicos no tienen qué comer, o porque los vidrios están rotos, o por la falta de bancos, a menos que ellos, como sucedió este año en muchas escuelas marplatenses, tomen esos espacios y protesten...


Si miramos hacia los hospitales, vemos un panorama similar. Puertas rotas, camas que piden a gritos un reemplazo, ascensores que no funcionan, ventanas que no cierran en invierno, falta de bancos para que quienes esperan ser atendidos puedan hacerlo al menos sentados (recordemos que son personas que se sienten mal, muchos de ellos mayores, y a veces esperan durante muchas horas).

 Eso sin contar la falta de elementos de trabajo, como guantes descartables, gasas, medicamentos, o personal que no da abasto con la enorme cantidad de personas que acuden por distintos problemas, sumado a los accidentes ocurridos en la calle, o los heridos en alguna persecución o pelea. Pero tampoco nadie dice que el hospital permanecerá clausurado porque sus instalaciones piden a gritos que alguien se digne a hacer las reparaciones que hacen falta...


Vamos a ver qué sucede con las cárceles. Casi lo mismo. Hace poco recorrí la zona en donde se encuentra el penal de Batán y el lugar necesita mano de obra urgente. (Recordemos que hace un año se  fugó del sector de máxima seguridad un detenido acusado de homicidio, con un par de muertes en el prontuario, durante una noche de tormenta). Falta de mantenimiento, sumado a la falta de insumos médicos, atención médica que no se cumple y reducción de las provisiones para alimentación de los reclusos. Pero ahí sí, salieron los jueces de garantías a pedir que se impida el ingreso al penal por dos meses, por las malas condiciones en que se encuentra ese lugar...


¿Por qué esos mismos jueces de "garantías", no actúan cuando los docentes realizan paros como consecuencia de sus problemas salariales, en representación de los miles o millones de chicos que no tienen voz y voto y pierden días de clases, fundamentales para su formación, exigiéndole a los gobiernos que pacten y acuerden con ellos? ¿Por qué esos mismos jueces no realizan una visita a los hospitales públicos y a las salas de salud y ven cómo se garantiza el derecho a la salud de personas que están esperando durante meses un turno, una cirugía, un tratamiento?


Las paredes nos hablan de que a muchos, que no usan ciertos servicios, no los ven, no saben que existen. ¿Qué garantizan los "jueces de garantías"? ¿Sólo las garantías constitucionales y los derechos humanos de los delincuentes, tal vez porque son con quienes más están en contacto? ¿Y los derechos constitucionales de quienes respetamos las normas de convivencia en una sociedad y utilizamos los servicios de salud y educación públicos, no tenemos derechos, no hay jueces que  nos garanticen que nos den una atención digna, en un lugar apto, con insumos y personal suficiente?


Cuando muchos políticos estén de campaña, recordemos qué nos prometen, porque luego, una vez que ocupen sus cargos, tienen que cumplir. Es la obligación que asumen cuando juran el cargo...es el compromiso que nos corresponde como ciudadanos no permitir que la decadencia continúe manifestándose por todos lados. Porque diez años sin hacer lo fundamental, es demasiado tiempo perdido.
 

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