No figura en los medios, saturando la pantalla con constantes escenas de dolor. Los canales capitalinos, que transiten las 24 horas noticias, ni siquiera envían a sus periodistas estrellas para mostrar nada relevante, ni los panelistas de los programas de investigación debaten durante horas sobre cómo ocurrió cada uno de las muertes. Sin embargo, en apenas ocho meses, la ciudad de Mar del Plata ha logrado alcanzar la cifra de muertos de la tragedia de estación Once, en donde 53 personas (no olvidemos que una chica estaba embarazada y asesinaron de forma sospechosa a un testigo) murieron por la indiferencia de los organismos del Estado que deberían hacer controlado cómo se cumplían los pliegos de las privatizaciones.
Trágicamente han muerto 53 personas en mi ciudad. Y ese número es el que "conocemos", los que nos enteramos porque algún rasgo del homicidio hizo que llamara la atención, aunque luego lo disfracen con las carátulas "ajuste de cuentas", "crimen pasional", o "violencia de género" para esconder la inseguridad en la que vivimos. En alguno de los dichosos "ajustes de cuentas" pudo haber muerto un inocente. Quien tiene denuncias por maltrato y mata a su pareja era un asesino en potencia que nadie controló. Y un caso de "violencia de género" también habla de la inseguridad, porque la chica encontrada hoy en un descampado sin pantalones ni ropa interior, con las manos atadas y con una bolsa verde en la cabeza, muy probablemente se descubra que el violador y asesino tenía prontuario con causas similares.
¿Nos olvidamos del caso de Tatiana, la chica chaqueña que asesinó un violador con libertad condicional? ¿O de Soledad, caso calcado, con otro criminal, casualmente liberado por el mismo juez? ¿Nos olvidamos de la mujer encontrada muerta y abusada hace unos meses, que trabajaba en el Patronato de Liberados, cuyo violador y asesino tenía causas por el mismo delito? ¿No es "inseguridad" que un violador reincidente esté suelto por la calle?
Desde que comenzó este año CINCUENTA Y TRES PERSONAS fueron asesinadas en distintos hechos. Cincuenta y tres familias perdieron a un ser querido y sus vidas fueron destrozadas para siempre. Ningún medio se impresiona ni le llama la atencion. Naturalizamos la muerte cotidiana por un delito y sólo nos muestran los "casos" que los medios quieren implantar, vaya una a saber por qué.
Ahora nos "saturan" con 700 policías, o gendarmes o prefectos, que recorrerán las calles. Ayer escuchaba que por nuestra Constitución, tanto gendarmería como prefectura no pueden realizar detenciones y que cualquier abogado puede hacer que se anule una causa porque ellos no tienen jurisdicción...o algo así... ¿Otro espejito de colores? El jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires dijo que no se moverá de la ciudad hasta que cada marplatense se sienta seguro. Bueno, que se compre una linda casita, que se instale cómodamente, porque tengo la leve impresión de que se quedará por mucho tiempo. Los mil policías fijos, más 700 que traen (y que todos dudamos sobre su permanencia posterior a las elecciones del mes de octubre) no sé si podrán contener a la delincuencia local, que apenas se dieron vuelta y caminaron hasta la esquina, asaltan un comercio en plena calle comercial a las tres de la tarde sin que nadie vea nada. Ni los mismo efectivos que "saturan" la ciudad.
Los efectivos son tan víctimas como los ciudadanos. A ellos los traen, tienen que dejar sus familias, sus ciudades, para correr también el riesgo de ser asesinados por estos malandras que nuestros jueces de garantías (sobre todo si son menores) dejan salir por una puerta giratoria garantista y "garanticida", para que sigan robando, golpeando y matando. Ellos, los que garantizan el cumplimiento de las leyes, no nos garantizan al resto de los ciudadanos nuestro derecho a la vida. Los responsables directos son quienes se atornillan a un puesto en la justicia, y a los que nadie, por "amiguismo" o porque "una mano lava a la otra y entre las dos lavan la cara" no se acusan entre sí, porque cada uno tiene seguramente sus propios asuntillos que resolver y los trapitos se lavan en "familia". Quienes ganaron elecciones y sólo aportan cuando se juegan el puestito, también son responsables directos, porque mantienen en sus puestos a funcionarios que cobran suculentos sueldos y, dados los resultados, es más que evidente su falta de capacidad para resolver esta problemática (¿Los nombres de Casal y Ventimiglia, les suenan?)
La tragedia de Mar del Plata es cotidiana. Una vez leí que si se inocula todos los días una pequeña gota del veneno de una víbora, el día que esa víbora te pique es muy probable que no te suceda nada, porque tu organismo creó anticuerpos para soportar el veneno. Y me da la impresión que eso es lo que nos está pasando a los marplatenses. Día a día matan a alguien y no reaccionamos, no nos levantamos, no exigimos a nuestras autoridades que cumplan con su deber. Nos dan una palmadita en la espalda y esperamos que esas promesas se cumplan...BASTA DE INSEGURIDAD. BASTA DE MUERTES. BASTA DE MENTIRAS.
yo cristina quintana , , bilma baraguiola me conoce porque trabaje mucho para sus campañas, ese cuadro en rojo me pone la piel de gallina , hace un año , el papa de mi nieta , nos dio una paliza en la habitación de la clínica del niño,esta persona agresiva y a su ves psicópata , y es el primo de un ministro , reguardado por la justicia , mi hija , es amenazada continuamente , es largo y la impunidad es terrible , yo soy marplatense , pero ahora estoy en tigre el despues de unos meses 8 empezo a verla , mi hija vive aterrorizada pero la justicia es mentira que cuida los derechos de los niños ,disculpa , pero esa pantalla en rojo me trajo los momentos vividos ,de nuerta hija y su bebe . yo como abuela ,no voy a parar ,y cuidar la vida de las dos ,nosotros como abuelos no queremos que les pase lo peor , gracias nosotros tuvimos que vevir a tigre por trajo de mi marido , ,,
ResponderEliminarHola Cristina, gracias a vos por contarme esto...si tenés perfil en Facebook, búscame como "Una mirada común" y contame todo lo que quieras por mensaje privado...te mando un abrazo y ojalá algún día la justicia cumpla con su deber!!!
ResponderEliminarcreo que son muchas más que 53 personas y familias...
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