lunes, 13 de septiembre de 2021

"Algo no hemos hecho bien"


 "Algo no hemos hecho bien"...


Desde el principio de su gobierno, Alberto Fernández no hizo nada bien. No movió un dedo para evitar que el virus ingresara al país, apenas se conoció la novedad en China, o cuando España e Italia eran noticia por la cantidad de casos y el colapso en el sistema sanitario. Era un virus que estaba lejos, que acá no iba a llegar, según palabras de Ginés Gonzales García, su ministro de Salud, a quien evidentemente escuchó, porque no puso restricciones en los aeropuertos y solo había que llenar una declaración jurada para entrar a Argentina, sabiendo que existen los enfermos asintomáticos.


Hizo todo mal, imponiendo una cuarentena estricta, por 9 meses, sin planificar cómo afectaría económicamente a miles de comercios mantener sus puertas cerradas. 


Pero, sobre todo, hizo todo mal, maltratando en sus discursos a quienes pedían reabrir actividades, mientras él no cumplía un solo protocolo, a la vista de todos en cientos de oportunidades, como cuando se encontraba con gobernadores en distintas provincias y se daban abrazos, o se sacaba selfies con los militantes al lado suyo, usando el barbijo de cubrepapada.


Ni hablar del festejo del cumpleaños de Fabiola y de otras cosas que aún no sabemos. Mientras Alberto se reunía con más de 10 personas en pleno aislamiento, muchos argentinos fallecian. No solo por el Covid. Murieron por los excesos cometidos por las policías en diferentes provincias, y no solo las denominadas "feudos". Acá no más, en Bahía Blanca, desapareció y murió Facundo Astudillo Castro, sin que aún haya respuesta.


"Algo no hemos hecho bien", como si la muerte de Solange no hubiera llegado a la tapa de los medios nacionales, mostrando que el pueblo y su dolor le importaron tres belines. La de Florencia, la de Luis, la de Fabián y la de muchos otros compatriotas que no tenían Covid y murieron solos, sin ver a sus hijos, sin una despedida digna.


 Y, entonces, murió "el Diego". Ah, pero como no íbamos a despedirlo como se merece? Al Dios nacional había que hacerle toda la pompa y solo se organizó un desparramo de gente, sin protocolos, sin cuidados, olvidando el ASPO, el DISPO y la mar en coche. Y murió Mario Meoni, y, pucha, había que velarlo. Y fueron en patota todos los dirigentes, no sea cosa que pongamos a la casta política al mismo nivel que a un ciudadano común, por dios, que espanto...


"Algo no hicimos bien"... Como el marido infiel, descubierto infraganti, Alberto pone cara de circunstancias y casi que culpa a la esposa, por darse cuenta del perfume diferente o ver el labial en el cuello de la camisa, y mira cabizbajo al suelo, culpando a la amante de turno diciendo que lo engualicharon, que no sabe cómo fue a parar ahí, que la otra se embaló y no se dio cuenta. 


"Algo no hicimos bien", dice el ciudadano que debe 1.2000.000 pesos en multas de tránsito y ofrece donar parte de su sueldo para compensar el desliz de la pandemia (siguiendo con el ejemplo del marido infiel: bueno, te llevo de viaje unos días a ver si se te pasa. No te pide disculpas, ni perdón, ni piensa cambiar nada de lo que hace, pero te compensa el disgusto con algo).


Un abogado, docente universitario de la carrera de Derecho, presidente de la Nación, cagándose en las leyes, como si formara parte de una élite que tiene privilegios, como su fueran parte de una nobleza criolla, que piensa que ellos están exentos de cumplir cada una de las normas que nos rigen la vida a cada uno de los más de 40 millones de argentinos.


"Algo hemos hecho mal". Todo hiciste mal, Alberto.

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