martes, 5 de octubre de 2010

Palabras para vos

            La voz de Marcela se quiebra, y su emoción conmueve y llega al alma. A pesar de estar al borde del llanto, continúa pidiendo a la gente que se sume. A pesar de su dolor, está de pie, peleando por vos, por mí, por todos. Pelea para que ninguno de nosotros pasemos al otro lado de la triste bandera que muestra las fotos de todas las personas que han sido asesinadas en nuestra ciudad, víctimas del delito.

           Oirla me provoca un nudo en la garganta. Intimamente creo que deberían escucharla muchos que no están presentes. Deberían escucharla los que en realidad tendrían que velar por nuestra seguridad. Los que deberían otorgarnos la justicia necesaria para hacernos sentir tranquilos. Para que todos tengamos fe en la justicia de los hombres y podamos caminar tranquilos por la calle. Para que vos vuelvas tranquilo a tu casa por las noches. Para que no tengas miedo de que tus hijos salgan a una fiesta. Para que tus padres puedan salir a la calle con confianza.

      Esta tarde hubo muchas voces que contaron su dolor. Que transmitieron su impotencia. Que te pegan en el alma como un mazazo y te hacen preguntarte por qué no reaccionaste antes. Por qué no los acompañaste antes. Porque yo también recién me sumo a las marchas y hoy pude ver y sentir la soledad de los familiares de las víctimas del delito.

   Pude ver la gente que continuaba mirando las vidrieras, tomando su café, paseando tranquilamente, como si la marcha fuera una marcha de fantasmas. Pero también vi personas que, haciéndose a un costado, murmuraba tímidamente "justicia" y "seguridad", o daba palmas al compás de los que caminábamos. Algunos comerciantes se asomaron a las veredas y tambien nos acompañaban moralmente. Algunas personas se sumaron a lo largo del camino y engrosaron  la fila que comenzó en Buenos Aires y la Peatonal.

   Luego las palabras. Las que no se lleva el viento y van grabándose en la memoria y en el alma. Impregnadas del dolor que provoca la ausencia del ser amado. Cargadas de impotencia por la falta de justicia. Por la falta de celeridad. Llenas de bronca por saber que el asesino sigue ahí, en la calle, caminando las mismas calles que vos y yo....

    Y les da bronca que vos no estés ahí. Porque saben que si te pasa algo, tu familia va a comenzar a ir. Pero ya va a ser tarde. Porque vos ya no vas a estar para acompañarlos. Para pedir por tu vida. Por tu seguridad.

   Entonces, sumate. Comenzá a acompañarlos. A acompañarnos. A pedir para que puedas caminar por la calle sin miedo. Para que tus viejos puedan cobrar sus jubilaciones tranquilos. Para que tus hijos vuelvan del boliche seguros. Para que vos llegues bien a tu trabajo.... Sumate, escuchalos, y vas a entender lo que te digo...

   

2 comentarios:

  1. Gracias Cristina por tus palabras , son el total reflejo de la realidad que mes a mes , los que participamos , vemos , pero aun mas es el dolor de la indiferencia , por que nos ven como tu dices fantasmas, y ya no es el dolor de aquellos que sufrimos una perdida , es el dolor de la indiferencia por que el nuestro ya esta canalizado es pos de una ciudadania mejor , mas solidaria, mas concientizada ,mas participativa, para que los veraderos hacedores de nuestro dolor , tambien se despierten y hagan lo necesario para que el resto pueda moverse libremente en nuestra ciudad sin el miedo , de que sean golpeados de semejante manera como un dia nos sentimos sacudidos los que mes a mes portamos esa bandera. Hoy ya no es un pedido de solidaridad sino mas bien un grito a la relidad que nos somete dia a dia , de tantas inocentes vidas que nos arrebatan , nuestra consigna es la de siempre JUSTICIA para los que ya no estan , y SEGURIDAD para todos, por que no queremos que pasen por lo mismo, de los que ya lo hemos sufrido,,,,,, La indiferencia hace que los demas sean indiferentes, si participamos logramos que esta realidad cambie ,,,,, Gracias Cristina

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  2. No me agradezcas, Hector...Reconozco que comencé a asistir a las marchas cuando viví una situación de inseguridad y violencia, y agradezco poder contarlo. Lo que escribí aquí fue hace más o menos un año, fue la sensación que tuve cuando caminé la peatonal pidiendo esa JUSTICIA que las víctimas y las familias necesitan y la misma SEGURIDAD que todos nos merecemos. Aún hoy, voy por la calle y cuando veo a alguien sospechoso siento dolor de estómago y si a mí, que los tres sucesos por los que pasé fueron sin ninguna consecuencia física, qué pueden pasar los que perdieron a un ser querido? La lucha de la ONG es una lucha que nos incumbe a todos, lástima que muchos lo comprendemos tarde (en mi caso, gracias a dios, no tanto) Gracias a vos por tu comentario!!

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