martes, 17 de mayo de 2011

Chupate esta mandarina!!!

            Leo, con asombro, que un comercio debe pagarle a un empleado cierta cantidad de dinero por un accidente que le causó la fractura de una muñeca. Este empleado fue a su trabajo en estado de ebriedad. Y la Organización Mundial de la Salud considera al alcoholismo una "enfermedad inculpable", es decir, el bebedor no tiene la culpa de lo que le pueda suceder.


            El primer impacto que provoca leer esta nota es que nadie obliga a beber a nadie, y si una persona concurre a su trabajo en estado de ebriedad, es su responsabilidad lo que pudiera ocurrirle. Pero si el empleador le permite ingresar al trabajo en esas condiciones....termina pagándolo por bueno, ya que la empresa estaría admitiendo el riesgo que corre ese trabajador!!!

             Recuerdo, hace algunos años, una de las empresas en las que trabajé, en cierta oportunidad repartieron un "reglamento"...por lo menos de quince hojas!!! Uno de los items decía más o menos: "está terminantemente prohibido beber o drogarse en horario de trabajo. La concurrencia al mismo en estado de ebriedad o con alteración de los sentidos, será causal de suspensión, no permitiéndose al trabajador el ingreso ni la permanencia en la empresa, ni, por supuesto, el desarrollo de las actividades cotidianas."..Eh? Hoy cualquiera diría que esto es una exageración. Pero en realidad, suspender al empleado le aseguraría al mismo su integridad, y a la empresa le evitaría un fallo como el citado anteriormente.

            El punto es...¿qué está pasando en nuestra sociedad, que los jóvenes (y los no tan jóvenes) no se cuidan? Salir un día de semana, tomar alcohol en exceso, acostarse tarde o no acostarse, y concurrir al trabajo casi sin dormir es muy normal hoy en día. Sé de personas que en su trabajo deben manejar vehículos, y se los vé un sábado por la mañana en un estado impresentable. Alguno puede decir que esto es ser pacata...pero aquí no se está tratando sólo de valores morales, sino también del riesgo vital, para sí mismo y para los demás, que una persona en esas condiciones representa.

           ¿Tan poco importa la vida, propia y ajena, que no nos cuidamos ni cuidamos al otro? ¿Tan absurda se ha vuelto la existencia que ir a bailar ya no es ir a bailar, sino emborracharse? ¿Puede una persona "divertirse" bebiendo alcohol en exceso, tanto que al día siguiente no recuerde qué hizo? Tal vez soy de otra época.....

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