miércoles, 11 de septiembre de 2013

Tengo un sueño



Ya sé, lo dijo primero Martin Luther King y realmente no quiero "plagiarlo", pero es verdad. Tengo un sueño y quiero contárselos hoy, en el día en que celebramos el Día del Maestro en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento.

Mi sueño es simple, y es que un día en nuestro país los chicos vayan a la escuela a aprender, a adquirir conocimientos y a soñar con la posibilidad de un futuro y no que sólo cumplan con el requisito mínimo de días para obtener el certificado de asistencia que se les entrega para que sus padres puedan cobrar la asignación (no) universal por hijo o para consumir la única comida importante del día, la famosa "copa de leche" o un revuelto de lo que se encuentra que, más allá de las buenas intenciones e imaginación de quienes cocinan o llevan al frente los comedores, llena pero no nutre.

Mi sueño, esa utopía que quizás muchos dueños de colegios privados y religiosos me van a tirar con lo que encuentren a mano, es que algún a vez el Estado decida invertir a futuro y que toda la educación sea pública, gratuita y aconfesional. Que, como hubo una época hace no tantos años, los hijos del doctor, del ingeniero, hasta del intendente del pueblo se mezclen en la misma aula que los hijos del albañil, del empleado de una tienda o de la costurera de la cuadra, recibiendo todos una instrucción equitativa, con las mismas posibilidades y herramientas. Que luego la vida o las decisiones personales deriven a que algunos sigan una carrera o tengan que trabajar, es harina de otro costal. Pero, en lo personal, me parece fundamental este aspecto para que los famosos "derechos del niño" comiencen a funcionar y a respetarse.

 Mi sueño es, al mismo tiempo, que nuestra sociedad comience a cambiar ese pensamiento exitista que hoy parece dominarla y valoremos el esfuerzo de quienes estudian para darnos soluciones, para curarnos, para enseñarnos. La imagen que ilustra esta nota es una ironía sobre este estilo de vida: gana más alguien que tiene "pericia" con el juego de la pelota que quién pasó varios años en una universidad para descubrir la cura de alguna enfermedad...O, también, gana más la chica del momento cuya única cualidad son sus redondeces o el escándalo que se arma por el romance de la semana con tal o cual figura del momento que la persona que tiene a su cargo la educación de 20 o 30 pibes, que son quienes dentro de unos años van a curarnos, enseñarnos, defendernos y gobernarnos. ¿Gran diferencia, no?

Por ahí leo que en Japón las únicas personas que no están obligadas a rendir reverencia al Emperador son los educadores, porque sin ellos no existiría el Emperador...Buena filosofía, no? Tal vez para comprender (nuestros dirigentes sobre todo) que es la hora de dar el gran paso, de dejar de discutir en medio de un ciclo lectivo los aumentos de sueldos, porque así lo único que se logra es retrasar a los chicos en sus estudios. Y nuestro país tiene enormes deudas al respecto.

Hoy en día se hace mucha promoción sobre la entrega de netbooks a estudiantes, sin embargo, muchas veces, esos mismos estudiantes (sobre todo los que viven en zonas alejadas) no tienen acceso a internet o simplemente a sus hogares no llega la energía eléctrica para que puedan aprovechar al máximo esa oportunidad.

Escuchamos historias de chicos que caminan kilómetros para poder llegar a sus escuelas, de estudiantes que hacen esfuerzos impresionantes para lograr concluir su secundaria, de hombres y mujeres a los que nadie ha ayudado para finalizar sus carreras universitarias y ellos son, a la hora de la verdad, los que trabajan en hospitales públicos brindando sus conocimientos, los que se esfuerzan, cobrando sueldos paupérrimos, para hacer de la sociedad un lugar mejor, casi sin reconocimientos ni ayudas por parte del Estado (no olvidemos al doctor Favaloro).

Tengo un sueño, y mi sueño es que algún día, algún funcionario, deje de pensar en sí mismo y en su propia carrera política y comience a pensar en el futuro del  país, mejorando las condiciones de la enseñanza, pilar básico y fundamental de una sociedad. Ojalá algún día lo vea cumplido.

1 comentario:

  1. Replico una respuesta/reflexión que Jorge Jaskilioff publicó en su página www.golesdemedianoche.com al replicar esta nota, lo cual le agradezco de todo corazón.

    "TODO BIEN, PERO NO ES DE “OBRERO A OBRERO”
    Por Jorge Jaskilioff

    Aplaudiendo la columna de Cristina, que sirviò de “disparador” de ideas y de miradas.
    Coincido en el fondo, pero hay detalles que, solo por mi cercanía en el análisis del deporte amateur y el deporte profesional, yo con conozco y ella no tiene por qué conocer: es en relaciòn al pârrafo gana más alguien que tiene “pericia” con el juego de la pelota que quién pasó varios años en una universidad para descubrir la cura de alguna enfermedad
    El jugador de fùtbol es/ era tan “OBRERO como el Maestro, el Doctor, El Ingeniero” . La inequidad estâ en los que no saben “vender” al Maestro, al Doctor, al Ingeniero.
    Hasta mediadios de los ’80 aproximadamente, cuando Diego Maradona y otros futbolistas profesionales, se dieron cuenta de la “explotaciòn” a la que era sometidos los jugadores, y todo cambiò.
    Lo que gana un futbolista profesional, no va en detrimento del,sueldo docente, sino de los ingresos de los Empresarios/ Dirigentes/ Clubes, en realidad.
    Para hacerme entender: Gracias a la “pericia con el juego de la pelota” millones de personas en el mundo pagan su ticket para ver esa “pericia” dejando en boleterîas MIL MILLONES DE DÒLARES/ EUROS. Hasta mediadios de los ’80, de esos MIL MILLONES, 999 quedaban en manos de los empresarios, y los verdaderos generadores de ese dinero, recibîan las migajas, que hoy siguen RECIBIENDO muchos profesionales de la docencia, de la salud e ingenierîa, en algunos casos.
    Los alumnos, padres de alumnos, pacientes, parientes de pacientes salimos masivamente a comprar remeras a $850 cada una que tengan la inscripciòn : ” VAMOS LOS DOCENTES ” ” VIVAN LOS MËDICOS” generando otros MIL MILLONES de utilidad.
    La Educaciòn, la Salud, NO TIENEN UN VALOR PECUNIARIO, indudablmente, pero en lo señalado, radica la injusticia, de comparar los ingresos econòmicos entre unos y otros.
    MI SUE?O ES QUE UN DÍA, EN LUGAR DE PAGAR EN CUOTAS UN VIAJE A EUROPA, UN AUTO IMPORTADO OKM, UNA AVIONETA O YATE DE PLACER, JOYAS EXTRAVAGANTES Y PISOS ENTEROS CON VISTA AL MAR, La dsitribuyamos entre los maestros, los médicos y los ingenieneros, para que Sean tan reconocidos econòmicamente, como los futbolistas profesionales en sus 14 ò 16 años de vida “ùtil”."

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