viernes, 24 de junio de 2011

¿Educar con el ejemplo?

            Miro la televisión. En realidad, el aparato está encendido a modo de compañía, y si alguna noticia me interesa, le presto más atención. Y con una sucede eso. En Capital Federal se están preparando para una marcha de docentes santacruceños que reclaman un porcentaje mayor de aumento que el otorgado en un "acuerdo". Mientras inician la marcha, y observo que los que van a la vanguardia, todos tienen pañuelos alrededor de su cara y, discretamente, se notan palos a sus costados.
           Tal como imaginé, al llegar al vallado que rodea la casa de gobierno, comienzan una serie de incidentes. Algunas de estas personas que se tapan la cara, golpean las vallas, otras toman adoquines de las veredas y los arrojan a los policías apostados detras del vallado. La periodista, que va relatando los hechos en directo, los nombra "docentes". Supuestamente, cada uno de estas personas que tira con violencia una piedra, que amenaza con un palo, son maestros santacruceños que sólo quieren presentar un petitorio en la Casa Rosada.

           Comprendo el cansancio y la exasperación que puede sentir una persona que trabaja y el sueldo a fin de mes no le alcanza. Entiendo que, a veces, esa situación no nos deja ver otras cosas, y tambien comprendo que parece que la práctica violenta para reclamar cualquier cosa, se ha vuelto una lamentable costumbre.
 
           Pero me pregunto ¿qué sentiría si esa señora, a la queveo tirar un trozo de cemento al suelo con toda su fuerza para partirlo y arrojarlo a los miembros de la policía federal (empleados del gobierno, igual que ella) fuera la maestra de mi hijo? ¿A ella le gustaría saber que al suyo le enseña un "docente" que se tapa la cara con una remera y alienta y dirije al resto para que muestren y hagan uso de sus palos?

          Repito, comprendo la situación, lo que no comprendo y no acepto es este contínuo uso de la violencia, que ya vemos en eventos deportivos en donde se amenaza a los jugadores, se arrojan piedras, etc, etc, una violencia que muchas veces se extiende a la salida de los boliches, a veces en las mismas escuelas, y en la vida cotidiana. Maestros, ustedes tienen el arma para un futuro mejor, enséñenle a nuestros chicos, y practiquen con el ejemplo!

1 comentario:

  1. Muy buena nota Cristina. Los maestros se quejan que los alumnos ya no son como antes...cuando en realidad los maestros tampoco lo son. La falla está en los hogares de los chicos... y en los colegios también. Predomina el libertinaje. Saludos!

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