lunes, 27 de febrero de 2012

"No voy en tren, voy en avión..."

  Y Charlie García terminó siendo un gran profeta nacional! Hoy por la mañana, mientras remoloneaba por el feriado nacional decretado por los 200 años del primer izamiento de la bandera nacional, una lucecita se encendió en mi cerebro y se desencadenó una serie de pensamientos que paso a transcribir...

   La tragedia ocurrida hace unos días en la estación de Once, en donde murieron 51 personas como consecuencia de la corrupción, la desidia y la inoperancia de quienes tienen la concesión de las vías ferroviarias y de quienes tienen la obligación de controlar que éstas CUMPLAN CON LAS CONDICIONES PREDETERMINADAS EN LOS CONTRATOS DE PRIVATIZACIONES, hizo que muchos nos preguntáramos y comenzáramos a debatir el tema de la posibilidad de estatizar los trenes.

  Una de las razones esgrimidas fue que el Estado no cuenta con el dinero necesario para hacerlo, cuando en realidad al Estado NO LE COSTARÍA NADA estatizar los trenes a la empresa adjudicataria ya que los incumplimientos a las obligaciones e inversiones están más que a la vista, y ampliamente registrados en programas de todos los canales de television (oficiales y privados). Es más, la empresa que ganó esa privatización DEBERÍA PAGARLE UNA INDEMNIZACIÓN AL ESTADO por ese mismo incumplimiento, ya que en los casi 20 años de contrato no realizó ninguna, o casi ninguna, mejora en el servicio.

   Ahora bien, la pregunta que me hice esta mañana, mientras estaba en ese extraño período entre la consciencia y la inconsciencia, me acordé de que Aerolíneas Argentinas, otra de las empresas que se entregaron en los remates privatizadores de la década del noventa, HACE POCO TIEMPO SE ESTATIZÓ, y la razón que se utilizó fue que la adjudicataria estaba "tirando abajo" una empresa "emblemática" para los argentinos.

  Me pregunto (y díganme si mis preguntas son tontas) ¿ las vías ferroviarias no son emblemáticas para nuestro país? ¿Que muchos pueblos del interior se hayan casi desintegrado porque los trenes dejaron de pasar, no es emblemático para la producción nacional? ¿Escuchar que un tren puede transportar el equivalente a 8 (sí, leyeron bien, OCHO) camiones, no es fundamental para la industria y el mercado local?

   Pensemos en la cantidad de personas que, como en sus pueblos o ciudades la economía se redujo a casua de que el tren no pasó más, decidió trasladarse a las grandes urbes, buscando ese trabajo que la realidad le estaba negando. Hoy en día, esas personas viven en las villas, con las famosas necesidades básicas más que insatisfechas, cobrando planes y subsidios. Son la carne fresca que la delincuencia organizada busca para realizar sus delitos (tráfico de drogas, robos, etc) porque en la desesperación de no tener qué darles de comer a su familia, comienzan a dejar de lado sus valores y a caminar por una cornisa peligrosa, ya que sus sueños de progreso se estampan contra el duro piso de la realidad. Si los ferrocarriles se estatizaran, muchos pueblos, tal vez, volverían a tener fuentes de trabajo reales, y estas personas, tal vez, podrían tener un futuro digno. Ellos y sus hijos.

   Pensemos en nuestra economía. Si un tren transporta el equivalente a ocho camiones, obviamente que el costo final de cualquier producto que compremos sería mucho menor!! Con esto no digo que nuestros sueldos alcanzarían, pero seguramente que muchos artículos de primera necesidad (harinas, azúcar, lácteos, vegetales) tendrían una sensible baja en los mostradores, porque, simplemente, los productores no tendría que pagar ocho fletes!!

  Pensemos, cuántos de todos nosotros, los que leemos esta nota, hemos utilizado un avión. O en el futuro, cuántas veces utilizaremos un avión en nuestras vidas, como para evaluar si realmente estatizar Aerolíneas era más importante o prioritario que hacerlo con los trenes. Y, sobre todo, pensemos en cuántas vidas se merecen un verdadero análisis sobre el estado de nuestros bienes. Porque las vías ferroviarias, por muy concesionadas que estén, son parte de nuestra soberanía nacional.

1 comentario:

  1. El derecho a la vida es uno de los derechos humanos fundamentales. Cuando un Estado no controla ni exige el cumplimiento de un contrato de privatización, está violando ese derecho. Un gobierno que se llena la boca diciendo que lleva adelante una política de derechos humanos, y no controla a las empresas adjudicatarias de esas privatizaciones...¿está cometiendo un delito de lesa humanidad, si ese incumplimiento causa la muerte de los ciudadanos?

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