viernes, 2 de marzo de 2012

¿Yo, señor?...No, señor!!!

   El juego del gran bonete se hace cada vez más notorio y evidente. A las infortunadas declaraciones realizadas por miembros del gobierno luego de la tragedia ocurrida en la estación ferroviaria de Once, en la que murieron 52 personas, se suman las dichas por la presidenTE de nuestra nación ayer, en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.

    A las idas y vueltas que nos tienen acostumbrados la pésima relación entre el gobierno nacional y el de la ciudad de Buenos Aires, ahora se pelean por los subtes. Previo al discurso presidencial, ya había escuchado declaraciones en la que se explicaba que el traspaso no se había realizado en forma total, ya que estaba pendiente el tema de los recursos y que aún faltaba un tiempo para concretar la transferencia definitiva de las vías subterráneas. Nuestra presidenTE, trató de adolescente a un par (en definitiva, Mauricio Macri es un par suyo, jefe de su partido, y electo por el 60% del padrón, le guste a Fito Paez o no). Me pareció una definitiva falta de respeto la frase "qué se cree, que era alcalde de Nueva York?". Convengamos, Buenos Aires merecería compararse con ciudades como Nueva York, y si no se puede hacer esa comparación, es simplemente porque no permiten que las ciudades estén en condiciones óptimas. Sea quien sea el responsable. Aunque con el tema inseguridad, ya nos estamos pareciendo al Bronx de hace algunos años atrás.

  La leve mención a lo ocurrido en Once sigue el mismo camino. Decir, en su discurso anterior, que se esperará a las pericias judiciales, para tomar una determinación, significa que no va a sacar a los actuales concesionarios del servicio si éstas no señalan una clara responsabilidad por parte del prestador (y acabo de oír en un programa radial que las primeras pericias indican que los cuatros frenos funcionaban bien y que la causa de semejante choque habría sido provocado por "el peso de las personas" que viajaban en el vagón. ¿Pregunto, acaso el factor "peso humano" no tiene que estar evaluado a la hora de controlar e instalar los frenos?).

   Y la frutillita del postre fueron los comentarios sobre el sector docente. Realmente denigrantes hacia la profesión, y hacia todos los que alguna vez pasamos por un aula en calidad de alumnos. Hoy por hoy ningun docente cuenta con tres meses de vacaciones, y si bien oficialmente trabajan cuatro horas, todos sabemos que los docentes EN ALGÚN MOMENTO DE SU VIDA PRIVADA preparan trabajos, cuestionarios, informes y, sobre todo, corrigen los descalabros que hacemos (me incluyo, ya que alguna vez fui alumna). Recordé mientras escuchaba esas palabras a mis maestras de primaria, leyendo las aproximadamente 60 versiones de la ya famosa "composición-tema: (la vaca, mis vacaciones, mi fin de semana, mi perro, y todas las composiciones temas que se les ocurran o hayan escrito!!)...¿Hay un acto mayor de paciencia y amor que ese? ¿El de leer las atrocidades que escribimos de niños como si fueran la obra de un gran autor? ¿Con sus errores gramaticales, ortográficos, conceptuales? Mi hablar de mis docentes de matemáticas, sobre todo de los últimos dos años, que debieron soportar mi propia crisis adolescente y los exabruptos en mis "tareas para el hogar".

  Eso si,  ni un solo comentario sobre el aumento del 100% en las dietas de diputados y senadores, ex colegas suyos, y que seguramente no tienen la sacrificada vida de un docente, ni de un médico, que también están mal remunerados, con pocos insumos, con poco personal asistente. Un familiar se atiende en el Hospital Interzonal General de Agudos Oscar Allende, y hace una semana que no funciona un mamógrafo, y le pasaron el turno para dentro de un mes...

   Ojalá que nuestros gobernantes comiencen a mirar un poquito a la gente que los vota, y a trabajar para ellos, que, en definitiva, somos quienes les pagamos el sueldo. Si esos sueldos aumentados por propia decisión...Con nuestras magras dietas. Por ustedes, señores docentes, ustedes, señores médicos, nosotros, los 40 millones de todos y todas, ganamos muchísimo menos y no podemos decidir aumentarnos las dietas.

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