lunes, 24 de diciembre de 2012

¿Felices fiestas?



(imagen tomada de la web)

Hoy, 24 de diciembre de 2012, tres días más tarde, parecería que todas las profecías mayas sobre el fin del  mundo estuvieran a punto de cumplirse. Después de vivir un día con más de 30° de temperatura, una humedad insoportable, hoy arrecia un temporal con viento y lluvia que nos cambia todos los planes gastronómicos que pudieramos haber pergeñado (vale decir, si alguno iba a aprovechar a hacer un rico asado...tendrá que utilizar el viejo y querido horno, pues la lluvia impide cocinar fuera de la casa).

Pienso, mientras escribo estas líneas, en las personas que hace aproximadamente una semana sufrieron la pérdida de los techos de sus viviendas a raíz de un tornadito que en menos de 5 minutos modificó la vida de muchas personas, arrasando no sólo con árboles. Muchas personas, hoy, nuevamente sufrirán la angustia de temer perder lo poco que les quedó, o de pasar Nochebuena en medio de baldes, soportando goteras y otras inclemencias climáticas. Algunos, tal vez, por vivir en zonas bajas, deberán dejar sus hogares para concurrir a alguna sociedad de fomento, en donde sus familias puedan pasar mejor la inclemencia climática, pero separados del jefe de familia que, muy probablemente, se quedará cuidando que la inseguridad no se lleve las pocas pertenencias que pudieran poseer.

A causa de un problema en el tendido eléctrico entre Olavarría y Mar del Plata, a la inclemencia climática se le suma un apagón (otro más) lo cual sume a todos en una "sensación" (y la palabrita ya me tiene harta) de caos. No nos olvidemos que hace pocos días, hubo saqueos en distintas localidades del país, y muchos comercios deberán trabajar a pesar del temor y las "sensaciones", ya que sí o sí deberán afrontar los compromisos económicos asumidos con los proveedores, que realizaron ya sus "preventas" de temporada. Y cuando de plata hablamos, ninguno tiene lástima de la situación del otro.

Me pongo a pensar si toda la locura vivida durante esta última semana no nos debería hacer re-pensar qué significan las fiestas navideñas. Y recuerdo que durante mi infancia, Papá Noel raras veces cumplía con los pedidos de la "cartita" (y no soy la única que lo recuerda) porque desde niños se nos inculcaba que habían cosas que "Papá Noel" no podía traernos. Y la muñeca cara era sustituída por un jueguito de cocina, o por un librito de cuentos (igualmente, el mejor regalo que recuerdo, fueron unos cubos con letras, con los que aprendí a escribir...origen y culpa de este vicio que tengo!)

Nos enloquecemos adquiriendo objetos y comestibles a los que tal vez durante el año no les prestamos atención. Gastamos lo que nos cuesta meses ganar, para satisfacer un capricho momentáneo, que cambiará con la próxima presentación electrónica del mercado. Y, en lo personal, se está educando a una generación de chicos a los que no se les inculca la fé de lo que no se ve, en mi infancia, "Papá Noel" era un personaje misterioso que surgía luego de que todos nos íbamos a dormir, tan imposible de ver como el enano que encendía la luz de la heladera!!

Tal vez esta nota debería hablar de otros temas, algo más livianos por estas fechas llenas de festejos y salutaciones. Pero no puedo evitar pensar en todos los chicos que duermen en la calle, expuestos a los peligros, los mismos a los que les dediqué alguna que otra nota durante el año. Tampoco puedo evitar pensar en todas esas personas, algunas conocidas personalmente, que ya no están más, porque la "sensación" fue más real de lo que nos cuentan los políticos y una bala les arrebató algo más que la caja registradora, y hoy sus familias no pasaran una navidad como todas, porque una silla faltará alrededor de la mesa...

Tal vez, por esta semana, debería dejar que mi mente se olvide de las mujeres asesinadas por sus parejas, de esas criaturas que se quedaron sin mamá (y sin papá, porque en algunos casos se suicidó y en otros está preso) y que tal vez comprueben que "Papá Noel" no podrá cumplirles ese profundo y secreto deseo por más cartitas que escriban: devolverles a ese ser que ya no está.

Tal vez, y sólo tal vez, deberíamos recordar que un día como hoy, hace muchos años, nacía un niño que venía a traer amor al mundo...

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