jueves, 3 de enero de 2013

3/1/2013: Ellas fueron las primeras

Pero no fueron las primeras en llegar a una ciudad balnearias, ni las primeras en venir al mundo ni ninguna de esas notas de color a las que los medios nos tiene habituados por el inicio del año. No. Ellas han tenido el triste record de ser las primeras víctimas de la violencia de género de este nuevo período temporal.

Y no son cualquier clase de víctimas. Son madre e hija. Una mujer de 35 años, viuda, con dos hijos de su matrimonio anterior, y que había vuelto a formar pareja, tuvo otro bebé y hacía dos meses se habían separado. Su hija, una niña de 10 años...Y un hombre que ya tenía antecedentes por violencia de género con sus ex parejas. El hijo de la mujer, quien presenció todo, contó que este ¿hombre? los había amenazado en algunas oportunidades. http://www.lanacion.com.ar/1542517-lincoln-hallan-a-un-hombre-ahorcado-en-las-afueras-de-la-ciudad

Recuerdo cuando hace algún tiempo un contacto de estas redes sociales había aplaudido la incorporación al nuevo código civil el "femicidio" dentro de los crimenes a castigar con condena perpetua (que en la República Argentina no tiene el sentido de "perpetua" que todos creemos), y yo le repliqué que para que exista el femicidio...debe haber una persona muerta, que el femicidio es lo que ya no tiene reparación, que el femicidio es el punto final de una larga cadena de sucesos que, aparentemente, nadie puede lograr detener. Que para llegar a un femicidio, en algunos casos, algo falló, ya que si existen denuncias (de la actual pareja o de anteriores personas que hayan tenido alguna relación con quien ejerce la violencia), lo denunciados deberían tener algún tipo de control, de supervisación, de atención psicológica...no lo sé...algo que permita controlar desde el Estado (ése mismo que dice cuidarnos y que debería castigar con unos días de cárcel a cualquier violento) a quien ha sido denunciado por este tema, especialmente si esas denuncias fueron reiteradas.
El sospechoso se ahorcó. Cobarde, como cualquier violento, no tuvo los suficientes huevos para enfrentar las consecuencias de sus actos. ¿Estaba arrepentido? ¿No resistió el "dolor" que le provocó su acto? Pues no lo hubiera cometido. Son enfermos, pues que pidan asistencia o que el Estado los obligue a recibir esa asistencia, so pena de encarcelarlos, impedirles realizar trámites como la renovación de registros o lo que se les ocurra, como para que estos tipos piensen dos veces antes de hacer algo...

Señores de la Justicia: como mujer, les exijo que NOS CUIDEN ANTES DE QUE NOS MATEN. Que una orden de restricción tenga el peso suficiente como para que se comprenda su alcance y si alguien no la cumple, que sea detenido inmediatamente. LA VIOLENCIA DE GÉNERO, MATA, ¿les cabe alguna duda?

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