lunes, 9 de diciembre de 2013

¿Sitiados por el miedo?




Desde hace días que por las redes sociales se venía notando una especie de "profecía" al respecto. Era cantado que lo sucedido en Córdoba y las réplicas en otras provincias llegaría a Buenos Aires, ya que es de público conocimiento lo mal pagas y sobreexigidas que están las fuerzas de seguridad bonaerenses, sin contar con el mal estado de las patrullas, la falta de equipamiento y demás temas que hacen a su labor.

Y, desde hace días, que el gobernador debería haber hecho algo SERIO para PREVENIR algo que no hacía falta ser brujo para adivinar que sucedería. La policía de la provincia de Buenos Aires comenzó a acuartelarse, y de a poco se fueron instalando las distintas versiones sobre saqueos que luego se contradecían con versiones de que allí no había sucedido nada.


Me pasó como experiencia personal leer una publicación que confirmaba el saqueo en una sucursal de una cadena de supermercados local, en la que un familiar que trabaja en una empresa de seguridad privada tuvo que quedarse pernoctando allí como medida de precaución ante el acuartelamiento policial, llamarlo para saber qué ocurría y que me contestara que no había pasado nada. Fue cuando dudé en compartir muchas publicaciones sin confirmación, en donde no hubiera una imagen, porque la idea es no generar más psicosis de la que hay. Si advertir que se tomen precauciones sobre la circulación en determinados lugares, pero ya sabemos que en la ciudad no hay "zona roja".

Los vecinos de los barrios periféricos, cuando protestan por la falta de seguridad, dicen que todo el cuidado está en el centro y en las calles comerciales, pero en el centro y las calles comerciales viven la inseguridad como en cualquier barrio de la ciudad, a cualquier hora del día. Los delincuentes están al voleo, buscando una presa incauta en alguna calle poco transitada para robarles mientras caminan o aprovechando el ingreso a los domicilios.


Por ahí leo que el intendente le echa la culpa a "las redes sociales" de todo lo que sucedió anoche. ¿Las redes sociales son las responsables de que los policías no tengan un sueldo decente, que tengan que pagarse su propio uniforme o comprar las balas para las armas que ya no dan más ante las armas que portan los delincuentes? ¿Son  (somos) los que compartimos las novedades que otros publican los culpables de que un oficial trabaje 24 horas corridas sin descanso y que para poder llevar un sueldo más o menos digno a su casa, tenga que realizar trabajos adicionales en comercios, partidos de fútbol o recitales?


Desde 2009 la ciudad debería contar con 360 cámaras de seguridad que ayer hubieran sido de gran utilidad ante la explosión cibernética de personas avisando sobre saqueos y locales destrozados, pero por alguna extraña razón, la ciudad no llega a tener 200 cámaras, de las cuales muchas no funcionan, tienen ramas, gotas de humedad y más de una vez no sirven para aclarar algún delito con víctimas fatales.


Escuchar al gobernador Scioli tratando a los policías de "individuos" en su conferencia de prensa da dolor de estómago, diciendo que no va a dejar que lo "extorsionen", y decir que ya "decidió" aumentar a 8.570 pesos. ¿Por qué no los aumentó antes? ¿Por qué espero a que la cuerda se rompa y sean los vecinos que pagan altísimos impuestos al ver sus locales destrozados para dar una especie de respuesta, menospreciando la actitud de los miembros de la fuerza que comenzaron la protesta? ¿Para apaciguar al resto de los 134 partidos y que no se le incendie la provincia dándoles una dádiva?

Tenemos un gobierno provincial que deja a la deriva el inicio de clases todos los años, tensando la cuerda hasta su máxima expresión y dejando que  muchos chicos de los menos privilegiados pierdan días de clases por no arreglar primero la situación salarial de los docentes y complicando la vida de los padres que tienen que modificar sus tareas y organizarse para ver qué hacen con los chicos mientras no tiene clases. Tenemos un gobierno provincial al que no le importa la salud de los menos favorecidos, no acordando con los trabajadores del área y que, al igual que los docentes, reclaman con paros que provocan pérdidas de turnos en atención médica y estudios que pueden ser de vital importancia.

Y, en definitiva tenemos un gobierno nacional que mira su propia nariz, que si las papas queman en las provincias no es su problema, pero aprovecha los problemas de las provincias para criticar qué hacen los gobernadores o intendentes que no son de su mismo signo político. Se rodean de personas que hace años están enquistados en los distintos poderes provinciales, generando un feudalismo cada vez más atroz, sin ver que se les niegan a muchos ciudadanos derechos básicos como el acceso al agua, a la salud, a la educación.


Hoy la ciudad de Mar del Plata parece sitiada, esperando un bombardeo que no sabemos si va a llegar. Comercios que cierran por precaución, comentarios sobre si han sido saqueados o no, provocando más temor e inseguridad de la que ya existe. Porque quienes se autoproclaman "desfavorecidos" aprovechan la situación de desprotección para romper y robar. Y eso no es hambre...eso es clara y llanamente un delito.  Un delito que, por lo visto, aprueban desde los distintos poderes que rigen nuestras vidas. Estos de hoy no son los "grasitas" de Eva Perón que buscaban una movilidad social. Estos son vagos a los que les importa muy poco la vida de los demás, que viven en forma parasitaria esperando que todo les caiga de arriba, dominados bajo la ley del menor esfuerzo.

Esperemos que realmente se solucione el problema con la policía, que se comience a respetar el trabajo que hacen y que sean valorados en las distintas situaciones en las que están expuestos. Sin embargo, creo que debe responsabilizarse a los políticos gobernantes ante los daños ocasionados por el delito de "omisión" al no prever lo que ocurriría en la ciudad y la provincia.

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