sábado, 7 de marzo de 2015

Ellas siguen ardiendo.

(Imagen tomada de la web a título ilustrativo).


Mañana, 8 de marzo, se conmemorará otro aniversario más de una tragedia en la que 146 mujeres murieron quemadas en una fábrica por reclamar sus derechos. Sin embargo, no será un día de luto y reflexión, sino de intercambio de flores, golosinas, almuerzos o cenas, reuniones en casas de té o cafeterías, en las que se nos "homenajeará" por ser mujeres. En donde, quizás, muy pocos recuerden a esas mujeres.


Sin embargo, ellas, las 146, continúan ardiendo entre las paredes de esa fábrica. Porque a 107 años de ese episodio,  las mujeres seguimos reclamando por nuestros derechos, por el tan básico derecho a la vida. Porque mañana, las 146 arderán junto a las Wandas, a las Fátimas y a tantas otras que en pleno siglo XXI siguen sufriendo por la violencia de género y han muerto de la misma cruel forma.  Mañana tambien arderán las Ángeles, las Melinas y las Candelas, asesinadas y abusadas sin la menor contemplación, por el simple hecho de ser mujeres, sin la fuerza necesaria para defenderse.

Mañana arderán muchas mujeres cuyos nombres ignoramos o no recordamos, las Fernandas, las Maritas, las Marías, que un día desaparecieron sin dejar rastros, tal vez encerradas en las paredes del tráfico para prostitución. Mañana tambien arderán las Sofías, las Agostinas, cuyos padres aún las buscan sin perder la esperanza de que algún día alguien les dirá algo sobre ellas.

Mañana arderá cada mujer golpeada, maltratada, rebajada a la humillación de convivir con un violento por el temor a las represalias, dentro de una sociedad que no las contiene ni les da una oportunidad para salir de esa situación. Arderán todas las que tienen un papel escrito en donde se le restringe al agresor la cercanía, pero que no sirve de nada cada vez que él aparece y amenaza o golpea. Arderán las que denuncian una y otra vez, y sus denuncias se pierden en los caminos de la burocracia, hasta que un día su cuerpo aparece como señal de la indiferencia y la inoperancia de un sistema que habla mucho y hace poco.

Mañana, y hoy, y durante varios días, circularán campañas en donde nos mostrarán a modelos o actrices que no tienen la menor idea de qué es no tener para darle de comer a los hijos, que nunca padecieron a un hombre violento, mujeres que han sido contenidas y que recibieron la educación suficiente para no someterse a mandatos patriarcales, bajo logos de "no mas flores", "tarjeta roja" u otras más...Pero ninguna de esas campañas logrará cambiar nada. Porque la realidad es que no hay voluntad de hacerlo. Mañana alguien, demagógicamente, nos dirá que si lo votamos "creará un ministerio de la mujer" y en verdad cuanto más oficinas, subsecretarías y ministerios inventen, es señal de que la solución la problema está muy lejos.

Mañana arderan todas las mujeres que las publicidades no mencionan, porque a muchos les conviene revertir el verdadero sentido de este día. Mañana ellas, y cada una de las mujeres que día a día deben exigir por sus derechos, arderán entre las llamas de aquélla fábrica que aún no se han apagado.

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