sábado, 10 de octubre de 2015

Mujeres asesinadas.

Cada 35 horas en nuestro país muere una mujer víctima de la violencia. Ex parejas que se creen dueños y señores de sus vidas, personas que piensan que las mujeres somos una "propiedad", sin decisión ni poder sobre nosotras mismas. "Amos y señores", inseguros de su propia personalidad, que temen cuando una mujer sale a defenderse y a luchar por ella y por sus hijos...Y una justicia lenta. Ya sabemos lo que se dice, justicia lenta no es justicia.

Un sistema que sigue condenando y victimizando a la mujer ante violaciones, maltratos y hasta homicidios. El famoso "algo habrá hecho"... para alterarlo, para ponerlo nervioso, para hacerlo llegar al límite de la furia y "provocar" el estallido emocional, la golpiza y, por qué no, la misma muerte.
Un sistema que ante cualquier ataque pregunta por qué se caminaba sola a tal o cual hora, que si no hubiera llevado minifalda, o si hubiera tenido un escote menos provocador...Y el violador no se fija en esos detalles. No les importa si el pantalón es más o menos ajustado, si va pintada o a cara lavada. Su perversidad, su enfermedad, su omnipotencia ante la mujer indefensa, no solo por no poder defenderse físicamente, sino porque el propio sistema no la deja librada a su suerte, hace que se sienta tranquilo para actuar, si total "no pasa nada".

La mujer agredida es quien sufre todo tipo de cuestionamientos en los estudios médicos. La mujer golpeada es quien debe caminar con una orden de restricción en la mano y con el famoso botón antipánico en la otra, mirando para todos lados por si su agresor se aparece de repente, burlándose de todos y de todo. A él...le llega una notificación sobre el perímetro al que no puede acercarse, y con total impunidad lo debe hacer un bollito y tirarlo en el primer cesto de residuos que encuentre. A él le llegará una palmeada de hombros, una frase "dale, no jodás más que si no tenemos que meterte preso" de algún funcionario que queda en eso...como sucedió hace un tiempo con el asesino de una mujer que tenía más de 30 denuncias registradas y la orden de restricción de 300 metros.

¿Cuántas mujeres fueron asesinadas este año, que tenían realizadas denuncias, que poseían botones antipánico, que tenían la famosa prohibición de acercamiento que nadie obedece? ¿No será la hora de poner el caballo delante del carro y comenzar a encerrar a estos agresores por unos días, y comenzar a comprender que ellos son los culpables y no las mujeres víctimas de su violencia?

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