viernes, 9 de julio de 2010

Sobre la soledad

Cosas raras que tiene la vida... Cuando más formas de comunicarnos tenemos, cuando mas cerca del otro lado del mundo parece que estamos, cuando podemos mantener conversaciones con personas que están en otros paises y seguir al instante sucesos de lugares remotos, es cuando más solos parece que estamos. Tenemos televisores, computadoras,celulares, redes sociales que nos convierten en amigos de personas que, si no existieran, jamás conoceríamos, sin embargo la soledad invade nuestras vidas de una forma implacable.

Los sábados por la noches, cientos de personas se manifiestan es sus perfiles buscando simplemente paliar esta desesperante soledad en la que vivimos. Gente que no está acostumbrada al cuerpo a cuerpo. Hombres y mujeres que en la relación cara a cara se cohiben, no se animan a la conversación y a enfrentarse al otro. Tal vez un exceso de auriculares, demasiados video juegos... tal vez demasiado miedo a salir a la calle y que la luz del sol ilumine sus rostros.

Mujeres que aun esperan al príncipe azul, aunque destiña. Hombres que buscan a la Barbie de carne y hueso. Y la imperfección de nuestras vidas que nos marca una odiosa frontera, porque nuestras fantasías no se corresponden con la realidad. Jóvenes a los que les enseñaron a crecer de golpe, a aparentar ser lo que no son, y olvidan de vivir la mejor etapa de sus vidas. Y otra vez el miedo a la soledad, sin saber qué hacer con ella. Todos quedamos atrapados en una línea difusa entre lo que queremos hacer, lo que la sociedad nos indica y lo que nos paraliza....

Usamos internet como medio de socialización, y es cuando más lejos estamos unos de otros. En la soledad de nuestras vida, creemos estar acompañados, mientras buscamos video en You tube para compartir esas emociones con los demás. Le contamos al mundo que estamos felices, tristes, deprimidos, enojados. Manifestamos nuestras ideas a traves de aplicaciones, pero no nos manifestamos nosotros frente a frente. Nos da miedo decir lo que sentimos al otro, nos aterra que se burle o juegue con nuestros sentimientos. Ignorando que, del otro lado, tambien existe el miedo...

Cuando uno sabe convivir con la soledad, aprovecharla, sentirla como una oportunidad de estar con nostros mismos, es un momento único para encontrarnos con nuestro propio yo, y animarnos a hacernos esas preguntas que son vitales para la vida. Aprender a estar solos, requiere de una audacia y de un coraje que es muy difícil lograr. Oir nuestra propia voz interna, que con tanta red social solemos acallar, es escucharnos a nosotros mismos, que en definitiva somos el único y real compañero que vamos a tener a lo largo de nuestra vida. Y aprender a comunicarnos con nosotros mismos es lo que nos va a permitir lograr comunicarnos con los demás y poder salir de la enorme soledad en la que estamos sumergidos.

2 comentarios:

  1. Estoy enamorado de la autora, aunque destiño un poco..
    Daniel

    ResponderEliminar
  2. cuanta verdad, nos hemos acostumbrado tanto a comunicarnos sin vernos q estamos olvidando el placer de compartir una mirada complice.
    graciela

    ResponderEliminar