lunes, 19 de septiembre de 2011

Las capas de una cebolla macabra

La triste historia de la muerte de Candela Rodríguez nos presenta cada día una novedad increíble. Como si fuera una cebolla, capa tras capa se descubre cosas cada vez más macabras y sinietras. ¿Verdades? ¿Mentiras? Sólo el tiempo y una buena investigación por parte de la Justicia lo dirán.
Cuando Candela desapareció, todos difundimos su foto, apoyando a su mamá, Carola, en la búsqueda de una nena de once años supuestamente secuestrada al voleo y temerosos de que hubiera sido robada por una red de trata de personas. Demasiados casos sin resolver hicieron que todos, en las redes sociales y en los medios, pusiéramos nuestro granito de arena por esta causa.

De a poco fueron apareciendo indicios de que el entorno de la niña era turbio. Igualmente, eso no justificaba su desaparición, ni su robo o secuestro. El padre preso, la madre negando una relación entre su pasado y este hecho, hicieron que algunos comenzaramos a desconfiar, sin por eso dejar de postear la foto de la nena, rogando por su aparición.

Cuando dieron la noticia por televisión que había aparecido un cuerpo, y que se había confirmado que ese cuerpo pertenecía a Candela, lloré y mucho. Por alguna razón me había involucrado en este caso, lo seguí, y me interesé en saber las novedades, esperanzada de que la nena hubiese aparecido. Recuerdo que sentí un nudo en la garganta y no pude evitar llorar (confieso que soy algo dura para demostrar mis momentos débiles).

Sin embargo, no consigo entender muchas cosas, muchos misterios que encierran este caso. Mail de Carola preguntando a un supuesto pedófilo información y ofreciendo a su hija. Estas semanas de silencio desde la aparición sin vida de la nena. Las llamadas que fueron y las que no se dijeron y los mensajes que eran dichos ante los medios. Y ahora, que surge una mujer diciendo ser "la madre biológica" y que Candela tiene "dos hermanas mellizas", y una ONG reclamando un exámen de ADN.

Si todo esto llega a ser verdad, da escalofríos pensar el entorno real que tenía esta criatura. Da escalofríos creer que una mujer pueda ser capaz de tantas cosas. Ojalá que este triste caso se esclarezca y la justicia pueda resolver tantos misterios enmarañados. Ojalá.

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