Cuando estudiaba el profesorado de Letras en la Universidad local tuve la loca idea de hacer un trabajo con los discursos y propagandas que los políticos habían utilizado para las elecciones generales realizadas en aquellos días. Viejos tiempos de la vídeocasettera, en los que podía grabar, parar, rebobinar, borrar y un montón de cosas más...que con el reproductor de DVD no puedo hacer.
La cosa fue que me dí cuenta de que todos decían más o menos lo mismo. Que el oficialista ponderaba lo que había hecho, y el opositor protestaba por lo mal que se había hecho. El oficialista resaltaba lo actuado y el opositor reclamaba lo pendiente. Que todos, palabras más, palabras menos, prometían y auguraban lo mismo. Que ninguno, o muy pocos decían cosas concretas sobre cómo iban a concretar sus promesas, pero las hacían para llevar votitos para su lado.
Al final, por esas cosas de la vida, el trabajo quedó pendiente y por un accidente doméstico, las grabaciones se utilizaron para una película que no llegabamos a ver, y, como las promesas de los políticos, todo quedó en las buenas intenciones.
Confieso que traté de ver poca televisión. Y que lo que ví, sobre todo referente a campañas políticas, no me convenció mucho. Que muchos candidatos utilizan el tema de la seguridad (o de la "inseguridad") como caballito de una batalla que no sé si pueden, o si tienen con qué, ganar. Porque hablan del tema...pero no dicen cómo combatirlo. Porque cuando tengan el cargo, habrá que ver qué hacen con la papa que les quema en las manos...a quién se la pasan y si éste puede hacerse responsable de dar una solución al pueblo para que viva realmente tranquilo.
Al fin llegó la veda!! Ahora sí voy a poder pensar tranquilamente qué voy a hacer el domingo!!!
La cosa fue que me dí cuenta de que todos decían más o menos lo mismo. Que el oficialista ponderaba lo que había hecho, y el opositor protestaba por lo mal que se había hecho. El oficialista resaltaba lo actuado y el opositor reclamaba lo pendiente. Que todos, palabras más, palabras menos, prometían y auguraban lo mismo. Que ninguno, o muy pocos decían cosas concretas sobre cómo iban a concretar sus promesas, pero las hacían para llevar votitos para su lado.
Al final, por esas cosas de la vida, el trabajo quedó pendiente y por un accidente doméstico, las grabaciones se utilizaron para una película que no llegabamos a ver, y, como las promesas de los políticos, todo quedó en las buenas intenciones.
Confieso que traté de ver poca televisión. Y que lo que ví, sobre todo referente a campañas políticas, no me convenció mucho. Que muchos candidatos utilizan el tema de la seguridad (o de la "inseguridad") como caballito de una batalla que no sé si pueden, o si tienen con qué, ganar. Porque hablan del tema...pero no dicen cómo combatirlo. Porque cuando tengan el cargo, habrá que ver qué hacen con la papa que les quema en las manos...a quién se la pasan y si éste puede hacerse responsable de dar una solución al pueblo para que viva realmente tranquilo.
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