sábado, 8 de octubre de 2011

¡Perdoname, hermano!


   Te llamaron aborigen, que en latín significa "sin origen", y vos tenés una historia. Tenés un lugar en el mundo que los "conquistadores" te robaron, a cambio de espejitos de colores. Te impusieron una cultura, un idioma, te quisieron convencer de que tus creencias estaban equivocadas y te sometieron a la fe del imperio. Y si acaso te atrevías a desafiarlos, no tenían ningun reparo en asesinarte en nombre de un dios que no era el de tus antepasados.

    Tus riquezas se las llevaron en barcos para alimentar a los reyes de otro continente. Vos eras el rico, y esos "señores" pagaron sus guerras y sus despilfarros con el oro de tus tierras. Te trataron de ignorante, de salvaje, sin ver que los ignorantes eran ellos, que el salvajismo con que cometieron un genocidio sin nombre era realizado en nombre de la "civilización".

  Más de quinientos años pasaron y aún no se te ha reivindicado como corresponde. Tus tierras son vendidas a empresarios extranjeros (y algunos nacionales se comportan como si esta tierra no fuera TU TIERRA) y te van corriendo cada vez más, dejándote sin tus ríos, sin tus costumbres. Talan los árboles de tus bosques, olvidando que existen leyes que los protegen, y dejándote sin tus recursos para vivir. La "civilización" te quita tus costumbres ancestrales, pero no mejora tu calidad de vida...Para muchos seguís siendo "indio", bien que te buscan para ganar elecciones sacándote el documento y prometiendote lo mismo que te prometieron la última vez.

   ¡Perdoname, hermano! Porque no sé como llamarte. A tu tierra la bautizaron los que te invadieron, los que arrasaron con tu sabiduría, con tus rituales. Sos el hemano originario que un 12 de octubre de hace ya tanto tiempo, le arrebataron la inocencia. Sos el verdadero dueño de este lado del mundo, con tu filosofía ecológica y respetuosa de lo que nuestra madre tierra nos brinda...Sos el heredero de una raza de seres que aprendieron que la violencia no conduce a nada, a pesar de haber sido víctima de ella. 

   ¡Perdoname, hermano, por tantos dibujos de carabelas felices llegando a tierra! ¡Pedoname, porque siempre queríamos ser "españoles" antes que "indios" en los actos de la escuela! ¡Perdoname por llamar "madre patria" a una tierra que sólo te explotó y humilló, impidiéndome conocer tu diversidad cultural!...Perdoname!

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