Un granito de arena no es la playa, pero la playa no sería la misma sin ese granito de arena. Y cuando una camina por las calles de la ciudad, y escucha los reclamos de muchas personas, se pregunta por qué esas mismas personas no ponen su granito de arena para hacer que Mar del Plata sea una ciudad mejor.
Como ejemplo, la basura que queda tirada en playas, plazas, calles, paseos y cualquier espacio público. Los cestos, evidentemente, deben ser considerados parte del decorado, porque muchas veces están vacíos, mientras por las calles pueden verse papeles, restos de comida, cajas de pizzas, envases de plástico y vidrio, que no llegaron allí por casualidad. Alguien los arrojó, sin importarle ni el aspecto que brinda, ni la persona que después pasara por ese sitio y se llevará una fea impresión.
Recuerdo que hace un par de semanas, para las fiestas, en las plazas que están ubicadas en Avda. Fortunato de la Plaza y Giacobini, manos anónimas dejaron innumerables botellas de sidra, ananá fizz, champagne y vinos gasificados tiradas por doquier. Siendo un espacio público, al que concurren muchas personas a ejercitarse y niños a jugar, cualquiera podría haberse lastimado. Si bien es cierto que ese espacio debe ser cuidado por personal municipal, ¿por qué ensuciarlo tanto? Si llevaron una botella para brindar a la luz de las estrellas, ¿por qué no se la llevaron a sus casas, o la tiraron en un canasto destinado a la basura?
Es lo mismo con los papeles. Muchas veces las empresas entregan volantes que le hacen honor a su nombre cuando caen de las manos de quien los recibe de mala manera y deja que "vuelen" al piso. Si lo acepta, que lo guarde en la cartera o lo tire en un cesto. Si no, mejor no tomar el folletito que nos ofrecen las señoritas o jovencitos que tal vez están trabajando por primera vez.
Cada uno de nosotros somos parte de esta ciudad. Una ciudad que no sólo cuida quien la gobierna o los empleados municipales. La cuidamos entre todos, poniendo nuestro granito de arena. La basura a los canastos. No a la calle, no en la plaza, no en la arena, menos si se trata de vidrio.
Como ejemplo, la basura que queda tirada en playas, plazas, calles, paseos y cualquier espacio público. Los cestos, evidentemente, deben ser considerados parte del decorado, porque muchas veces están vacíos, mientras por las calles pueden verse papeles, restos de comida, cajas de pizzas, envases de plástico y vidrio, que no llegaron allí por casualidad. Alguien los arrojó, sin importarle ni el aspecto que brinda, ni la persona que después pasara por ese sitio y se llevará una fea impresión.
Recuerdo que hace un par de semanas, para las fiestas, en las plazas que están ubicadas en Avda. Fortunato de la Plaza y Giacobini, manos anónimas dejaron innumerables botellas de sidra, ananá fizz, champagne y vinos gasificados tiradas por doquier. Siendo un espacio público, al que concurren muchas personas a ejercitarse y niños a jugar, cualquiera podría haberse lastimado. Si bien es cierto que ese espacio debe ser cuidado por personal municipal, ¿por qué ensuciarlo tanto? Si llevaron una botella para brindar a la luz de las estrellas, ¿por qué no se la llevaron a sus casas, o la tiraron en un canasto destinado a la basura?
Es lo mismo con los papeles. Muchas veces las empresas entregan volantes que le hacen honor a su nombre cuando caen de las manos de quien los recibe de mala manera y deja que "vuelen" al piso. Si lo acepta, que lo guarde en la cartera o lo tire en un cesto. Si no, mejor no tomar el folletito que nos ofrecen las señoritas o jovencitos que tal vez están trabajando por primera vez.
Cada uno de nosotros somos parte de esta ciudad. Una ciudad que no sólo cuida quien la gobierna o los empleados municipales. La cuidamos entre todos, poniendo nuestro granito de arena. La basura a los canastos. No a la calle, no en la plaza, no en la arena, menos si se trata de vidrio.
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