miércoles, 6 de febrero de 2013

La unión hace la fuerza




Hace pocos días, unos delincuentes ingresaron en la peluquería de Enrique y le destrozaron el local, golpeando brutalmente a un amigo que se encontraba allí. Hoy en otro sector de la ciudad, totalmente alejado, unos menores ingresaron a otra peluquería exigiendo la recaudación e hiriendo de bala a su propietario, quien se encuentra en grave estado.


Y hace unos días, Adrián fue asesinado cuando acompañaba a un amigo a reclamar a los habitantes de una viviendo usurpada su devolución. Y anteriormente, Martín fue muerto por unos delincuentes que entraron a su casa, tirándole un disparo. Y unos días previos, Fabián fue ultimado por maleantes que intentaron asaltarlo al llegar a su vivienda. Y nos falta nombrar a Federico, que fue víctima de un conductor aparentemente en estado de ebriedad, y todos aquéllos sucesos que desconocemos porque, al no haber heridas importantes o muertes, casi quedan en el fondo de un cajón, o ni siquiera se hace la denuncia.


Y hace unos días, en varios sectores de la ciudad, se realizaron diferentes protestas en reclamo de mejoras en la seguridad, todas con la más noble de las intenciones, que es poder vivir en paz.


Lo que parece que no se comprende es que la proliferación de reclamos no hace fuerte la protesta. Tal vez en una esquina de tal barrio se juntan 200 personas, en el monumento que llega a la intendencia se congregan otras 200 o 300; en la plaza se juntan otras tantas y marchan hacia la casa del funcionario gobernante, para entregarle un petitorio cuyo destino desconocemos (aunque las grabaciones de su entregan "obligarían" a hacer aunque más no sea una reunión de compromiso con quienes organizaron dicho evento).


Y, más allá de la fuerza o el método, hay algo de lo que todos debemos tomar consciencia: el problema de la inseguridad no se resolverá de la noche a la mañana, porque es un tremendo tumor que se ha dejado crecer y hasta, con el cuentito de los "derechos humanos" mal entendidos, se ha fomentado. No se han construido espacios para que quienes cometen un delito realmente estén alejados de la sociedad, no se han mejorado instalaciones, no se les da la capacitación ni el tratamiento necesario (sobre todo si son menores) para que al salir, sean personas de provecho, no sólo a la sociedad, sino a sí mismos. Tanto más cuanto, y reiterando el tema de los "derechos" mal leídos, interpretados y aplicados, a los hijos de quienes delinquen para consumir estupefacientes, se les deja sin ninguna clase de control en manos de quienes no están capacitados ni para hacerse carso de sus propias vidas.


Quien reparte folletos asociando su nombre a la seguridad (estamos en plena campaña legislativa, amigos, no nos olvidemos de ÉSE detalle), y nombrando dos o tres detalles sensibles al común de la gente, logrará algo, está equivocado. Nos vende humo y, sobre todo, nos miente. Quien se autoproclame como la persona capaz de culminar con este flagelo, sólo busca una banca en donde ubicarse los próximos 4 años. Recordemos que hace unos días atrás, en diciembre específicamente, la oposición municipal solicitó un pedido de Audiencia Pública para tratar el tema de la (IN)Seguridad y fue rechazado y archivado por el oficialismo, que hoy es mayoría en el Concejo Deliberante (lo de honorable lo dejamos para otro día, sí?)...Y ya que estamos en tema, es bueno recordar que quien hoy ejerce el cargo de Intendente del Partido de General Pueyrredón, en el año 2006, siendo concejal de la oposición, hizo uso de la palabra durante una banca abierta y, qué casualidad, solicitó una Audiencia Pública para tratar el mismo tema. Audiencia que jamás fue realizada. Qué pena que, teniendo la oportunidad de mostrar su verdadera preocupación por el tema, haya hecho oídos sordos al reclamo de quienes no forman parte de su partido y de los ciudadanos que vivimos y sufrimos la "sensación" todos los días.


Comprender que, además del lado político, está el lado institucional y que desde ahí también se deben exigir cambios, adecuaciones, respeto hacia la vida de quienes cumplimos normas de convivencia, tambien forma pata de este gran problema a resolver. Que desde el lugar que corresponda se cumpla y se exija que las fuerzas de seguridad tengan las herramientas y la capacitación necesaria para combatir la delincuencia, también forma parte de un todo que, lamentablemente, hace años parece que nadie tiene ganas o proyectos verdaderos para implementar.


Si cada uno tira para un lado diferente, con la misma intención, sólo conseguiremos las mismas palmaditas en la espalda que vienen dando desde hace años, más de los que todos queremos recordar. Si aunamos esfuerzos, sivescuchamos a quienes han padecido la experiencia de golpearse contra la pared gubernamental, si conocemos qué hacen aquéllos que han perdido a un familiar y se pusieron al hombro la mochila del reclamo general para que nuestras vidas no corran riesgos, quizás, tal vez, podamos lograr algo...Mientras tanto, como la imagen de los burros que utilicé para graficar esta nota, no alcanceremos ninguno de los proyectos ni metas por las que luchamos. Sólos, o tirando cada cual para su lado, solo conseguiremos ver cómo, mes a mes, siguen robando, golpeando y matando vecinos.

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