domingo, 24 de marzo de 2013

La falta de plata y huevos



Hablemos a calzón quitado...es lo que hace falta para que esta imagen deje de ser una realidad que cada tanto colabora a que un ciudadano de Mar del Plata pierda la vida en manos de menores delincuentes.


Lo que se ve en la imagen es el fondo del mal llamado centro de contención/recepción de menores de la ciudad. El cerco perimetral está roto, abierto, bajo y por ahí los chicos que están "en conflicto con la ley" se fugan. Mucho pastizal, mucho campo, y apenas 30 o 35 cuadras para tomar un colectivo o hacer dedo en la ruta para acercarlos a cualquier lugar, total, son nenes, quién va a sospechar que se escaparon de ahí?

Lo que avergüenza (a mí como ciudadana y a varios contactos más...pero parece que a funcionarios y gobernantes no les pasa lo mismo) es que este lugar se encuentra así desde hace meses (http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fwww.miradorvirtual.com%2Fnota%2Fitem%2C21374%2Fseccion%2C10%2Fsubseccion%2C0%2Ftitulo%2Ccentro-de-contencion-de-menores-la-inspeccion-fue-lamentable&h=dAQGqvLb1AQGBXIBl2JczChZb3672YDxvdz_IC1Hbx7N0gA&s=1) como se evidencia en esta nota realizada en septiembre de 2012 al fiscal de fuero juvenil, que observa el pésimo estado de las instalaciones, y cuenta que éste mismo cerco, está roto y bajo en varios sectores. (Y me reservo el tema del penal para adultos, aunque sabemos que han habido fugas inexplicables y muchas falencias edilicias).


Y acá viene la gran pregunta, ¿quién es el responsable de que este lugar permanezca así? Porque si el fiscal de fuero juvenil parece que no es quien tiene poder de decisión; el director del centro, parece que tampoco puede hacerse cargo de arreglar un simple alambrado; el secretario de protección ciudadana le tira el fardo a otro; el intendente dice que no es su jurisdicción porque este espacio pertenece a la provincia; el ministro de seguridad le patea el fardo a otro porque no es su área; el del área que le correspondería no aporta o acusan a otro que toma decisiones garantistas; por ahí uno menciona a la ministra de la Nación en temas de seguridad y tampoco se hace cargo (lo leímos cuando el intendente de Junín solicitaba refuerzos para combatir la inseguridad que vive esa ciudad) y se lava las manos...y mientras entre los que tienen el poder de decidir se tiran la papa que quema unos a otros...nosotros miramos por tele el último homicidio de la semana.


La plata que se mandó hace muchos años para implementar un programa de protección a la ciudadanía, no sabemos donde está ni en qué fue empleada y de hecho, existe una causa dormida y anestesiada de la que los marplatenses sabemos poco, pero que, de haberse implementado, la cantidad de personas muertas en ocasión de robo habría sido menor o, en el peor de los casos, la justicia contaría con elementos de prueba en las causas donde no hay testigos o no pueden reconocer a los delincuentes ( http://www.mdphoy.com/los-asesinatos-condenan-a-pulti-y-ciano-71782/). Un plan que exigía la colocación  de 360 cámaras de monitoreo, entre otras cosas, y de las cuales apenas hay 60, si es que funcionan todas, y recordemos que algunas están mal colocadas o en lugares donde el campo visual está reducido por las ramas de los árboles.

Y los huevos...los huevos hacen falta para tomar decisiones fundamentales. Los huevos los tienen que poner todos aquéllos que cobran salarios del Estado y deben asegurarnos la tranquilidad a todos los ciudadanos, incluso a quienes cometen un delito. Porque quienes están en un centro de contención o en una cárcel, al fugarse también corren riesgos ya que están expuestos a morir en un asalto o en una persecución (sí, ya sé lo que están pensando...).


Los huevos los tiene que poner el gobernador desde el último día de clases para que la cuestión de los salarios de los  docentes no impida a los chicos de sectores humildes ejercer su derecho a la educación desde la primera jornada del ciclo lectivo. Resolverla y punto. Y resolverla de forma tal, que ningún maestro se vea en la obligación de hacer un paro. Los huevos los tiene que poner para controlar que los fondos destinados al arreglo de establecimientos públicos llegue a donde corresponde y no se queden en el camino. Porque de nada nos sirve que nos muestren cómo enviaron las partidas presupuestarias por los noticieros, si el dinero nunca llega a colegios, hospitales, jefaturas de policía, juzgados o lo que sea. Porque si no se controla qué se hace con ese dinero y los resultados, es tan cómplice como el que se quedó con "un vueltito", simplemente por omisión o por indiferencia.

Porque los chicos (más tarde los adultos) son el resultado de la falta de plata y huevos que han tenido y siguen teniendo los funcionarios y gobernantes a la hora de tomar decisiones. Son el punto final de una larga cadena de complicidades en las que a todos nos cabe un poco de responsabilidad, mirar para otro lado cuando no somos las víctimas; no insistir en que nos tomen una denuncia en las comisarías o no seguir la causa; hacer catarsis por chat, Facebook, radio y televisión pero a la hora de la verdad dejar solos a quienes hacen algo para reclamar a las autoridades, son las pequeñas cosas que no hacemos. Obviamente que quedarse con vueltos, dejar durante meses un alambrado roto, que el personal a cargo de custodiar a los más chicos no esté capacitado para manejarlos ni para marcar límites (justo a ellos, que no los tienen) y entrar en confianza con quienes están cumpliendo un encierro por cometer un delito, siendo indulgentes y luego encontrarse con que "se fugaron" misteriosamente, son cosas mucho peores. Tanto como la inoperancia de ministros, secretarios y funcionarios que aún creen que la ley es un texto poético de libre interpretación y no pautas para mantener la convivencia entre personas.

Los menores que cometen delitos han perdido un derecho básico fundamental: que desde el Estado nunca se garantizo su niñez. Los dejaron solos, a la deriva, en la calle, drogándose a plena luz del día y a dos o tres cuadras de edificios públicos, con el cuentito de que llevarlos en forma compulsiva a un centro, refugio u hogar era "avasallar sus derechos"...¿Qué parte de que son chicos no se entiende? ¿Si un chico está drogándose a las 3 de la tarde en pleno centro de la ciudad y, además, roba a transeúntes y comercios de la zona...hay que dejarlo así, sin la protección y atención que se merece? ¿Y tampoco buscan a los padres, irresponsables evidentemente, ya que no se ocupan del niño y, además, manteniéndoles  una custodia que no merecen? ¿Dónde están los asistentes sociales, minoridad y demás instituciones en estos casos?

Alguien me dice sobre esta foto que hace falta más contención y menos alambrado, en una postura obviamente garantistas hacia las lecturas de los derechos de los menores que delinquen. Evidentemente la falta de plata y huevos nos ha llevado a una situación social y cultural lamentable, en donde muchos chicos tienen varios muertos en sus manos, y no se desde donde se los puede encuadrar como nenes cuando asesinan a sangre fría a un ser querido y no muestran signos de estar arrepentidos, fugándose una y otra vez, y continuando con la vida delictiva. La falta de plata y huevos, en su debido momento, nos llevó a que estos chicos no tuvieran la vida que merecían. La falta de plata (o del control de a donde fue la plata que sí hay o la que hay para otras cosas menos cruciales) nos lleva a situaciones impensables. Y la falta de huevos de nuestros funcionarios, que sólo se preocupan por atornillarse a sus puestos y cobrar sus sueldos a fin de mes. 

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