jueves, 22 de mayo de 2014

Máxima inseguridad.



Tras seis años de dejar que la delincuencia y la inseguridad crecieran hasta límites impensados, nuestros funcionarios ponen caras de serios y declaran la "emergencia en seguridad" y, como en uno de esos partidos de fútbol en donde hay que "estirar" el resultado hasta el último minuto, patean la pelota sin hacer nada importante en realidad.

El famoso comando de patrullas iba a concretarse en una fecha, pasó esa fecha, y aún no tenemos noticias, salvo algunas camionetas plotteadas. Los colectivos de la ciudad vienen sufriendo hace años la inseguridad y han suspendido el servicio nocturno más de una vez y lo retomaron al escuchar las promesas (o palmaditas en la espalda) de distintos funcionarios, ya sean municipales o provinciales, que les aseguraban que nunca más tendrían problemas. Al igual que los taxistas o remiseros, siguen sufriendo a los delincuentes, que suben a las unidades, roban al pasaje y a choferes, y se bajan en la próxima parada.

Seguimos escuchando promesas que no se cumplen. Todo lo que se habla hoy es para dentro de uno o dos años, y no resuelve el AHORA. Y el ahora nos dice que los controles que se realizan a los usuarios del transporte público se hacen de día, revisando a trabajadores y no en los barrios más peligrosos de la ciudad. En los espacios de Facebook en donde los vecinos cuentan sus problemas sobre la inseguridad que reina, todos los días se leen publicaciones sobre algunos sectores de la ciudad en las que la impunidad con la que los delincuentes se manejan es abrumadora. Cuentan que ya no realizan las denuncias porque se cansaron de hacerlo y que no les manden un patrullero y que los ladrones se hallan adueñado de las calles, arrastrando a mujeres, robando bicicletas, ropa y juguetes a cualquier hora del día (zona de Monte Varela).

La "emergencia" anuncia la creación de cuatro nuevas cárceles, sin embargo las actuales son monumentos al desinterés de los gobernantes, tanto de las condiciones en las que están los presos y el personal que los custodia, como de los ciudadanos, ya que casi todas las semanas escuchamos que se producen reiteradas fugas. Y cuando algún vecino se comunica con el número de emergencias, avisando que ha visto a un posible prófugo, la demora en que aparezca el patrullero para verificar si es o no el prófugo buscado es tal, que cuando llega ya no sirve de nada.

Ahora nos enteramos que a principios de mes huyó del sector de máxima seguridad del penal de La Matanza un joven que participó de un hecho ocurrido en 2009 dentro de un mercado comunitario en el que mató a otro e hirió a varias personas que realizaban sus compras allí, entre ellas una criatura de dos años de edad, que sufrió una de las heridas más graves y quien se salvó gracias a la capacidad de los médicos.

¿Sirve el tardío anuncio de creación de cárceles, la demorada declaración de emergencia en seguridad, cuando todo esto debería haberse realizado hace seis años? ¿No hubiera servido mucho más que se hubiera PREVENIDO y hoy tener una situación distinta? Los anuncios fingen una preocupación por el tema que no existe, porque sólo tienen un fin electoralista.

A nuestros funcionarios no les importa nuestra vida, nuestro bienestar ni nuestra seguridad. Les importa MOSTRAR esa preocupación para obtener votos el año que viene.

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