lunes, 5 de mayo de 2014

Triste realidad.








     La realidad nos pega cachetazos todos los días. En lo persona, no me acostumbro a ciertas cosas. No me resigno a la normalidad de que un nene que, como mucho tendría ocho años, esté en una plaza a las cuatro y media de la tarde aspirando pegamento en un sachet de leche, mientras mira esa calesita llena de colores, a una cuadra y media del palacio municipal. No me puedo acostumbrar a que nadie se ocupe de ese chico y cuando lo cuento me digan "ah, pero eso pasa todos los días". ¿La sociedad se está acostumbrando a que existen un grupo de seres totalmente desprotegidos por el mismo Estado, que se llena la boca hablando de sus derechos desde un escritorio carísimo o una tribuna por cadena nacional, que ganan fortunas pagadas por cada uno de nosotros en nuestros impuestos, y no pase nada?



    ¿Seguiremos resignándonos a ver cómo las escuelas se derrumban, la policía circula en patrulleros destrozados y sin combustuble (aún no se ha puesto en plena vigencia el "comando de patrullas") ¿Por qué se tuvo que esperar seis años del mismo gobierno, tanto provincial como municipal, para empezar a hacer algo...si es que se realmente va a hacerse algo y que todo no sean puras promesas con fines electoralistas?

      Estos días se habló mucho sobre que se implemente nuevamente el "servicio militar obligatorio" para que los jóvenes vuelvan a saber de valores, de trabajo y de límites. ¿No son aspectos que deben aprender en sus casa? ¿Y esperar a que cumplan 18 años (o 16 o la edad que se decida para implementar dicho "servicio") no es dejar pasar demasiado tiempo para enderezar una rama que está torcida? Recordemos que hay menores delincuentes con menos de 10 años, chicos que son utilizados por sus mayores por su inimputabilidad, que, como el pequeño del comienzo de esta nota, se relacina con drogas, armas y delincuencia desde su más tierna infancia. ¿Cuánto tiempo lo dejaremos en las manos de gente irresponsable, por más que sean sus padres, pero que no tienen la capacidad de criar y educar sanamente a un chico?

      ¿Se puede implementar una "colimba" cuando nuestras fuerzas armadas fueron devastadas los últimos 15 años? Las escuelas se caen a pedazos, que es donde comienzan a ver estos chicos el abandono de estos funcionarios que les otorgan siete pesos por día para que desayunen y almuercen, mientras ellos viajan en helicóptero, circulan en autos de alta gama y lucen joyas o marroquinería importada, sin olvidar los sueldos y los extraños enriquecimientos que nunca-nadie-investiga?

      Cada día hay más chicos en las avenidas mendigando, haciendo malabares, vendiendo algo u ofreciendo limpiar vidrios, mientras están expuestos a accidentes, vejaciones o secuestros.

       "Los chicos son los primeros". "Los derechos del niño son una herramienta imprescindible". Pero, por ahora, son palabras bonitas que adornan discursos que ningún funcionario está dispuesto a cumplir.

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