sábado, 7 de junio de 2014

Licencias truchas: ¿y los co-responsables de los siniestros viales?

Carlos Bernardelle, familia Nicuez, Yésica Parra, víctimas de siniestros viales en Mar del Plata.
 
 

   Hace poco tiempo un tremendo allanamiento realizado a la dirección de Tránsito de la ciudad de Mar del Plata, invadía todos los medios, tanto locales como nacionales, sobre la entrega de "licencias truchas" para conducir a los ciudadanos. En realidad, los permisos son potencialmente "legales" dado que no son falsificaciones hechas a espaldas de la institución pública, sino que involucró a 25 personas, entre ellos empleados de la repartición, quienes fueron detenidos y luego excarcelados, a excepción del llamado "jefe de la banda"  y jefe de la división Licencias de conductor, manejo defensivo y accidentología de la direccion de Tránsito local.

   Tras varios meses de investigación, descubrieron que se cobraba a los ciudadanos un "adicional" para evitar los exámenes físicos, teóricos prácticos para la entrega de los registros, además de "interceder" en los casos en que la renovación del carnet se viera imposibilitada por alguna multa impaga por parte del usuario. Es decir, había todo un sistema para que quienes, por la razón que fuera, no quisieran o pudieran realizar dichos trámites, no cumplieran con la burocracia establecida y pagaran para "saltearse" dichos pasos.

   En  este delito hay dos culpables: el que pide la coima y el que la ofrece o paga. Tanto uno como otro, ya sea por comodidad, amiguismo o poca tolerancia a las colas, eran las partes de la trama, sin coimero...no hay coimeado.

    Sin embargo, y a mi parecer, el tema de los registros "no convencionales" (llamémoslos así) no termina en el simple acto de corrupción por parte de un funcionario y un ciudadano. En este caso puntual va más allá. Algunas escuchas que trascendieron en los medios nos permitieron enterarnos de que una persona pagaba para obtener el tan ansiado carnet SIN SABER CONDUCIR. ¿Para qué lo quería, entonces? O, tambien, el caso de alguien que solicitaba el trámite para una persona "CON UN POQUITO DE PARKINSON". Y estos son los casos que trascendieron, imaginemos cuántos habrá que ni vamos a enterarnos nunca.

   La realidad del tránsito marplatense refleja claramente lo que sucedía en la dirección de Tránsito municipal, ya que es evidente que muchos conductores poseen el registro habilitante (ya sea personal o profesional) y no tienen la más mínima idea de cómo conducirse, por ejemplo, en una rotonda. Ni qué hablar que nunca les explicaron qué significa la senda peatonal o, mucho menos, tienen noción de lo que representa un semáforo en rojo.

   Transitar las calles de Mar del Plata es ver la corrupción en su máxima expresión. Tanto más cuanto que todos los días, invariablemente, se producen accidentes en los que quedan personas mutiladas, o en los que directamente pierden sus vidas.


    ¿Tan grande es el menosprecio que nuestras autoridades tienen por los ciudadanos, que a cambio de mil pesos, otorgan un permiso para matar a cualquiera que pague ese dinero? Nuestro intendente sembró de semáforos algunas avenidas, con el argumento que se mejoraría la circulación y se reducirían los accidentes viales. Sin embargo, ningún semáforo impide que un inconsciente siga de largo, no respete las velocidades permitidas o circule con altos niveles de alcohol en sangre, más allá de algunos controles que se realicen para "demostrar" al público televidente-radioescucha-lector/de/diarios "cómo se trabaja" en beneficio de la ciudad.

    ¿Los registros de quienes mataron a la familia Nicuez, a Yésica Parra, a Carlos Bernardelle, a Norbert Degoas (por nombrar los casos más resonantes y tratando de recordar en ellos a todos los que han fallecido en estas circunstancias) estaban debidamente otorgados? ¿Cada uno de ellos, realizó los exámenes correspondientes? ¿O pagaron para evitar la cola, o madrugar o simplemente porque alguien les dijo "yo tengo un conocido y por XXX pesos te lo hacen sin que tengas que presentarte? ¿Cuántas muertes se habrían evitado si la corrupción y la avaricia no se hubieran metido en el medio?


    Gran parte de los involucrados en este hecho delictivo eran empleados municipales, funcionarios públicos, personas cuyos sueldos pagamos los vecinos mes a mes con nuestros impuestos, ¿correspondería, además, acusarlos y someterlos a juicio por cada muerte o heridas invalidantes que se hubieran producido en cada siniestro vial ocurrido (y por ocurrir) en Mar del Plata?

   No olvidemos que desentrañar quiénes son los ciudadanos que prefirieron evitar el tramiterío y pagar la coima y quienes realizaron los trámites en forma normal, será una tarea larga y trabajosa, ya que TODOS los habitantes del partido de General Pueyrredon tenemos los carnets firmados por la misma persona. ¿Cuántas víctimas más se llevará la corrupción?

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