martes, 29 de julio de 2014

Fundación "felices los vagos".









"Cura que en la vecindad se mueve con desenvoltura, ¿para qué lo llaman cura, si es la misma enfermedad?" (Luis de Góngora, 1561-1627)

Escuchando la radio me surgen muchas reflexiones. La primera es que Juan Manuel Casolati, el director de hogares que realizó la denuncia contra Julio César Grassi por el manejo en la sombras de la fundación "Felices los niños", tiene unos cojones del tamaño del planeta Tierra, en una época de indiferencias y comodidades. De repente, se convirirtió en héroe (al decir de Mascherano) sólo por hacer lo correcto. ¿Tan mal estamos que "hacer lo correcto" se convirtió en noticia?

En segundo, y aquí hago un desvió poco común, como bautizada en la religión Católica, Apostólica y Romana, exijo a quien corresponda la inmediata expulsión de la orden a la que pertenezca Julio César Grassi, ya que ofende que siga usando la sotana y no merece recibir el nombre de "padre" o "sacerdote" ya que si alguien tenía alguna duda sobre su conducta en los casos de abuso sexual, el comportamiento denunciado por el manejo de donaciones desde la cárcel lo convierte en un ser repudiable y poco digno de pertenecer al clero.

En tercero, existe un delito del cual hasta ahora pocos hablan y es la ESTAFA realizada a todas las personas que, de buena fe, donaban dinero, alimentos, ropa y cualquier otro elemento, ya que su destino final resultó otro totalmente distinto al solicitado mediante llamados telefónicos o por voluntad propia a quienes llevaban la mercadería.

Sin embargo, hay una fundación de la que pocos hablan. No pude ver el informe completo de PPT, el programa en donde estalló la denuncia, de modo que no sé si allí se dijo. Pero la Fundación "felices los vagos" aún no fue mencionada. "Los vagos" son todos los funcionarios que debieron haber controlado el manejo de Felices Los Niños desde el primer minuto del procesamiento de Grassi. "Los vagos" son los jueces, fiscales, asistentes y demás personas ligadas al tema minoridad que DEBÍAN haber denunciado hace mucho tiempo las condiciones en las que estaban los pibes que eran destinados a esta fundación, no porque quisieran estar allí sino porque, precisamente, eran ellos mismos, los jueces, los que disponían su alojamiento.

Sí, cada menor que ingresa a Felices los niños, o a cualquier otra institución que resguarda a menores cuyos padres no pueden hacerse cargo de ellos, lo hacen POR ORDEN DE UN JUEZ. En esas instituciones, imagino, DEBEN existir controles por parte de asistentes sociales, que informen a los jueces cómo estan los chicos física, mental y emocionalmente.

¿Pudo haberse evitado el doble fraude, a los chicos y a los donantes? Si, por supuesto, ya que todo en la fundación seguía funcionando como si nada hubiera pasado. ¿Ningún juez fue a visitar el predio? Parece que no, parece que era mucho más comodo creer que todo estaba bien y confiar en "colaboradores" que obedecían a las ordenes de Grassi (yo no puedo llamarlo ni padre ni cura, porque no lo considero digno de esos títulos).

El gran problema es que a la fundación "Felices los vagos" los subvencionamos nosotros, cada vez que pagamos los impuestos. Cada vez que a nuestro gobernador, beneficiario fundamental de la misma, decide que habrá un impuesto nuevo (como los 400 pesos que deberemos pagar los propietarios de vehiculos para grabar la patente en la carrocería) estamos ayudando a que "los vagos" cobren sus sueldos...que no son para nada desperciables. ¿Cuánto cobra un juez que no ve lo que sucede con los menores que dejó en tutela en estos hogares? ¿Cuánto cobra un/a asistente social que no pasa los informes como corresponde (y tengo anecdota personal al respecto) y que permite que los chicos estén igual o peor que si nadie los "protegiera"? ¿"Los vagos"...leyeron los derechos del niño cuando estudiaron sus carreras?

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