domingo, 24 de diciembre de 2017

Yo te digo que existe, Aguer.



Leo un título por ahí, que monseñor Aguer dice que Papá Noel es un invento de una marca de gasrosas y un producto de la sociedad de consumo que te vuelve superficial y frívolo.

Ajá,  me imagino la enorme cantidad de padres católicos en medio de los shoppings, con los paquetes en los brazos, tirando todo al piso,  porque un cura les arruina la ilusión a los pibes.

Y me imagino reventar de un plumazo, siglos de tradición navideña, en donde festejamos el nacimiento del hijo de Dios, en donde ofrecemos en un regalo el cariño que tenemos hacia los demás.

Y yo le digo a Aguer que si, que Papá Noel existe. Primero porque es la derivación del San Nicolás de Bari, uno de los primeros obispos del cristianismo, cuya leyenda trascendió las fronteras a nivel mundial.

Existe en el mismo momento en que, al comprar ese regalito,  pensamos en la sonrisa y la satisfacción de quien lo recibe, en su alegría y en haber sido nosotros la vía para esas emociones.

Existe porque durante estos días el mundo entero se prepara para recibir "algo", no sólo el paquete envuelto de colores, sino la mirada, el beso, el abrazo de quien nos ama. Existe porque, más allá de algunas situaciones, es el momento del año en que queremos juntarnos a celebrar.

Gracias a la tecnología vamos viendo como se celebra la Navidad en cada rincón del mundo a medida que el planeta va girando y cambiando de hora, hasta que nos llega el momento a nosotros y levantar nuestras copas.

Existe, más allá de las guerras, de las razas, de las creencias, porque se crea o no en Dios, sea cristiano o no, no se pasa de largo por este evento y la alegría se contagia.

Existe porque cada 24 a la noche tengo a mi pequeña familia y puedo sonreír sabiendo que en el paquete hay algo que ellos quieren (¿ Sabes, Aguer,  lo que me cuesta conseguir la famosa camisa negra para mi mamá?).

El cristianismo tomó fechas paganas y las convirtió en festividades propias, para poder penetrar en loa pueblos conquistados y así imponerse a otras creencias. Fueron una buena escuela de marketing y ahora se quejan de que sus alumnos hagan lo mismo.

¡¡Viva Papá Noel!! ¡¡Viva la Navidad!!

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