lunes, 23 de abril de 2018

Sexo, mentiras (fotos) y vídeos.



Hace unos días saltó a la luz el aberrante caso de pedofilia en un equipo de fútbol.  Meterse en ese asunto trajo aparejado desentrañar una red que va más allá de lo imaginado, y que se hunde en el tiempo de una forma en la que nunca se nos hubiera ocurrido que podría ser.

Comenzaron a sonar nombres y como una enorme pared, se blindaron para que el tema vaya perdiendo fuerza. A quien comenzó a decir que sabía muchas cosas, la tildaron de loca, de falopera, de prostituta, que como se le puede dar lugar a alguien así y un sin fin de descalificaciones en donde jamás se escuchó decir a ninguno "que la justicia me investigue". Al contrario, fueron rápidos para pedir indagatorias, con la intención de saber quién había mandado a espiar...pero nunca dijeron que eran inocentes.

Algunas caretas fueron cayendo y eso le dio credibilidad a quien dijo los nombres. De hecho, el cómico monologuista en un programa de radio negó categóricamente conocer a quien oficiaba de nexo entre clientes y menores, y las redes, rápidas de reflejos, sacaron a las luz varias fotos, en distintas circunstancias, con diferentes vestimentas, que tiraba abajo la coartada del entrevistado y daba más credibilidad a la denunciante.

Este fin de semana comenzaron a circular vídeos y fotografías de un periodista que dieron mucho que hablar. Que son del ámbito privado, no caben dudas, pero aparentemente ese material estaría en uno de los aparatos secuestrados a uno de los detenidos por la causa de pedofilia en el club de fútbol.

De ser así, mínimamente el periodista debe ser citado por la justicia y explicar en qué circunstancias y por qué razones envió ese material. Lo mismo ante cierta captura de pantalla en donde admite sostener conversaciones de tipo sexual con chicas de 13 a 15 años. Eso tiene un nombre, grooming, y está tipificado como delito en nuestro código penal.

Y quizás aparezcan muchas otras cosas. Algunas, es muy probable, no tengan mucho que ver con el delito que se está tratando, pero es evidente que alguien que está en los medios y pretende tener cierta credibilidad, debe cuidar su imagen y sus actos. Además, si se droga, tiene un serio problema que debe ser tratado como corresponde.

En estos tiempos de redes sociales todo se confunde y algo íntimo, enviado a otra persona, pierde  ese toque privado para hacerse público. Lo hemos visto con los vídeos íntimos filtrados/robados de celulares  actrices,  a quienes no les perdonaron ni tuvieron piedad a la hora de juzgar y criticar.  La doble vara impera y ahora, que se trata de un miembro del clan, mejor nos callamos todos y miramos para otro lado.

La homosexualidad o los juegos eróticos son actos íntimos que deben quedar dentro de cuatro paredes y entre dos personas que consienten esas prácticas. Y nadie debe juzgar a quien hace lo que quiere con otra persona que acepta ese juego. Ahora, si esa otra persona es un menor de edad, a quien se manipula y extorsiona con regalos para obtener sus "servicios" ya estamos hablando de un delito. Grave.  Y quienes lo habrían practicado deben ir presos. Y no estar en los medios dando cátedras de vida y moralidad.

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